Al atardecer el color del cielo se suele torna de un bello color anaranjado, variando en tonos rojos y amarillos. Los atardeceres en cierto lugares despejados y de buena vista panorámica, son muy apreciados y considerados un espectáculo. Su explicación deriva del ángulo con que los rayos del sol nos llegan a nosotros. Cuando los rayos del sol nos llegan durante el atardecer, estos tienen que recorrer un mayor camino hasta llegar a nosotros. La atmósfera, un conjunto de polvos, partículas e incluso gotas de agua, difunden los rayos de luz. Las onda de menor longitud son absorbidas, lo que hacen que solo los rayos rojos, los de mayor longitud, logren llegar hasta nosotros prácticamente sin desviación alguna. Los tonos rosa que a veces se perciben son producto de una variación en la atmósfera, como su presión. Este fenómeno ocurre también en el amanecer, pero no tan pronunciado. Kilimanjaro - Tanzania En Ibiza. Fotografía: Joan Vendrell Desierto de Gobi, Mongolia Garganta del Diablo - Puerto Iguazu, Argentina En Carmelo, Uruguay. Fotografía: César Montes de Oca En el Puente U Bein, Mandalay - Myanmar Amanecer en el rio, Zimbabwe En el desierto, Marruecos En Oia, Santorini - Grecia