Los llamados tránsitos en astrología funcionan como grandes despertadores para nuestras pequeñas vidas y nos presentan enormes desafíos como humanidad.

Si seguimos el precepto de como es arriba es abajo, los planetas en movimiento y el diálogo que entre ellos desarrollen, marcarán para nuestras vidas humanas la melodía que tendremos que sintonizar según su paso.

De esta manera si miramos al cielo y vibramos con él comenzaremos a comprender o al menos nos será más sencillo el fluir con los aprendizajes que se nos presentan en nuestro camino, tanto en nuestras vidas individuales como pensándonos de manera colectiva.

Venimos de tiempos convulsionados, en donde la incertidumbre y el miedo se han llevado el protagónico. Tiempos en donde la muerte resonó con fuerza, y en donde todas aquellas estructuras que nos proveían de seguridad una a una comenzaron a tambalear.

Sin duda el 2020 nos golpeó tan fuerte que es difícil pensar que alguien haya salido intacto de semejante movimiento. Es que en el cielo la estrella principal fue Plutón, y la llamada gran conjunción que formó con Saturno y Júpiter.

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Plutón, Saturno y Júpiter: los protagonistas que hay que descifrar

Antes de continuar con el relato, cabe presentarles a los actores.

Plutón

Plutón representa en astrología la energía ligada a lo Escorpiano, Plutón es muerte y transformación. Plutón libera energía a través de la destrucción. Es el volcán que con toda la fuerza de su lava arrasa la tierra, para luego dejarla más fértil y que pueda entonces surgir una nueva vida, transformada, liberada de toda aquella energía que se encontraba contenida. Plutón mata, pero también cura, y en ese dolor nos hace conectar con toda la potencia de estar encarnados. Plutón es control y también es omnipotencia. Es el más lento de todos, aquel que está más lejos, y que por ende a nuestras conciencias les cuesta muchas veces más de una vida integrar.

saturno

Saturno por su parte representa el tiempo, el límite y la forma. Con Saturno estructuramos nuestra realidad. A través de Saturno damos forma a nuestras vidas y logramos autosostenernos. Podemos asociarlo a la energía Capricorniana, y por tanto representa también la energía arquetípica del padre, y de las figuras de autoridad. Saturno a su paso nos enfrenta a la cruda realidad y nos marca muchas veces una restricción para que logremos hacernos cargo de nuestra propia vida y madurar.

júpiter

Por último llegamos a Júpiter, el gran maestro, el que nos conecta con nuestras creencias y filosofías de vida. El que busca el para qué y conecta con sus ideales. Regente de Sagitario, Júpiter a su paso agranda y pone lupa en lo que encuentra, mientras que pide que profundamente conectemos con aquello que da sentido a nuestra vida.

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2020: una melodía dramática marcada por la cita de Plutón, Saturno y Júpiter con Capricornio

Presentadas las estrellas, de esta gran película que llamamos vida, podrán imaginarse la trama cuando estos tres gigantes se dieron cita en Capricornio. Esa fue la energía que marcó nuestro 2020, basta recordar los sucesos que a nivel mundial nos azotaron y hacer un repaso por nuestras vidas personales, para poder ver como estos tres planetas juntos pusieron el color a un año en donde nos rompimos, donde tocamos el dolor y donde lo seguro voló por el aire. Un año en donde nos cuestionamos a fondo nuestras estructuras y nos replanteemos nuestras creencias, en donde Capricornio y Saturno dolieron. En donde vimos de frente, cuánto habíamos invertido afuera y con que nos encontramos cuando nos quedamos adentro.

A veces, para que pueda emerger una nueva forma necesariamente hay que tocar la sombra, tiene que doler, hay que cortar de raíz, quedarse en carne viva y cambiar la piel. Si volvemos a la analogía de las melodías, entonces, en el 2020 la música que sonó fue dramática, intensa, la escena más profunda del fantasma de la ópera. Y sin embargo, tengamos la certeza que es la música que necesitábamos como humanidad para comenzar a habitar la posibilidad de que algo nuevo necesita surgir, de que hay formas que ya no podemos seguir sosteniendo.

De tanto en tanto, una melodía dramática es el despertador que necesitamos para conectar con el milagro de estar vivos.

2021: un ritmo eléctrico y creativo marcado por Urano en su diálogo con Saturno

Pero tocaron las campanas de un nuevo año, y una nueva melodía se sintonizó en nuestro dial. La música ahora es eléctrica, cambiante y creativa. Una mezcla de ritmos y estilos, una canción de Freddy Mercury. Porque llegó el momento de presentarles a nuestro nuevo actor, esta vez el protagónico se lo lleva Urano y su diálogo con Saturno.

Urano es el rayo, es lo impredecible y creativo. Urano nos libera de la utopía de control. Asociado a la energía acuariana, Urano es lo nuevo, la innovación, lo que aún no se ha inventado y no tiene forma. Urano es rápido y aparece sin aviso, es lo inesperado, es el contacto con lo más auténtico y creativo de uno mismo. Es liberación de formas y estructuras. Es el loco y el revolucionario.

Urano, se encuentra pasando una temporada en Tauro, y desde allí ha puesto a los toritos patas para arriba, y a todos nos viene mostrando que somos parte de un gran universo, que debemos replantearnos y re evolucionar nuestra relación con la tierra y con la materia. Urano ingresó a Tauro en mayo de 2018 y desde entonces nos viene dando muestras de lo que tenemos que ir incorporando como humanidad. Otra clara marca del ingreso de Urano a Tauro es el boom de las billeteras electrónicas cambiando definitivamente nuestra relación con el dinero.

2021: una pulseada entre lo nuevo y lo viejo

Volviendo al 2021, y a la música que viene sonando este año, el foco está puesto en el diálogo, o dicho en términos astrológicos, en la cuadratura que se forma entre Urano, el loco y creativo, y Saturno, la forma y el tiempo.

La cuadratura es un aspecto de tensión, en donde dos formas opuestas crujen en pos de lograr integrarse. La pulseada esta vez está dada entre lo viejo y lo nuevo. Entre seguir sosteniendo viejas estructuras y las nuevas formas que con toda fuerza emergen sin cálculos ni preavisos. Son las estructuras verticalistas contra una nueva forma cooperativista de hacer las cosas. Urano está implorando a gritos, y si es necesario golpeará con toda la intensidad de un rayo para que despertemos a una nueva consciencia, una más abarcativa, una en donde todos pongamos nuestro granito de arena.

Como el cielo es perfecto, el ingreso de Saturno y Júpiter al signo de acuario en diciembre pasado fue el trailer de la película que ya estamos todos mirando. Atrás, y madurada debió haber quedado la energía Capricorniana, para darle paso a la cualidad acuariana que nos pide que busquemos formas más creativas, libres e innovadoras de pensarnos como sociedad.

El cambio es inminente y urgente, pero aún muy inmaduro y las formas que vaya tomando todavía un misterio, para nosotros simples mortales. Acuario y Urano representan lo nuevo, eso que aún no ha sido inventado, y por tanto son muy difíciles de predecir. Sin embargo, por seguro podemos tener que estamos en épocas en donde cada vez se nos va a hacer más difícil sostener lo viejo, se respira un nuevo mundo, del que aún poco y nada sabemos.

2021: 3 fechas claves

Esta cuadratura de la que venimos hablando tendrá tres fechas claves durante el año, en donde quizás podamos ver de manera más evidente de que se trata la cosa. La primera tuvo lugar el 17 febrero, la segunda se dará el 14 junio y por último, la tercera tendrá lugar el 24 de diciembre de 2021.

Nuevos modos de vivir, de pensar y de relacionarnos

Lo nuevo ya está pisando fuerte, permitirnos pensar diferente comienza a ser posible, imaginarnos vivir lejos de la ciudad ya no es un sueño, ser nómada digitales hoy no solo es para algunos pocos. Cuestionarnos nuestro estilo de vida, comprometernos con la tierra que nos permite respirar todos los días ya no es solo una moda, vivir de manera más integrada y en comunidad empieza a ser una salida. 

Mujeres que nos unimos y dejamos de mirarnos como competencia, y así podría seguir con la lista de ejemplos. Sin duda muchas muestras de que algo nuevo esta emergiendo. Y así todo, todavía lo viejo intenta permanecer vigente, podemos seguir viendo figuras autoritarias que pretenden centralizar el poder, e incluso nosotros muchas veces queremos seguir arraigándonos a nuestras viejas maneras de hacer y pensar las cosas. Todo cambio lleva un proceso, y estas tres cuadraturas mostraran la tensión que se genera cuando de romper formas y crear nuevas se trata. 

Tauro, Leo, Escorpio y Acuario: los más afectados

Volviendo a nuestras vidas humanas, los signos que en lo personal que sentirán más fuerte esta tensión, son los llamados signos fijos: Tauro, Leo, Escorpio y Acuario. Si sos de alguno de ellos, o si tenes Luna o Ascendente, o algún otro planeta en estos signos es allí donde se te pedirá el gran aprendizaje. 

Para todos, allí donde en nuestra carta se encuentren ubicados estos signos, es decir, en las casas en donde habiten, es donde podremos ver con mayor contundencia lo que estos planetas en tránsito nos están pidiendo. En área de nuestras vidas Urano estará pidiendo libertad y creatividad o en qué escenario a través del límite Saturno nos estará implorando que conectemos con la realidad y maduramos a una personalidad más responsable de su propia existencia.

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Como humanidad toda, el despertador está sonando y cada vez se hace más fuerte, si seguimos posponiendo la alarma o si por fin nos disponemos a levantarnos y despertar, ya es un misterio que solo el tiempo develará.