Tras la firma del acuerdo entre la petrolera norteamericana Chevron e YPF para le explotación de los yacimientos no convencionales de petróleo y gas de esquisito en Vaca Muerta, Neuquén, se instaló en Argentina el debate sobre el fracking. El convenio fue aprobado ayer por la  legislatura de dicha provincia.Se trata de una técnica altamente cuestionada por ser contaminante que está prohibida en varios países de Europa y algunas provincias argentinas. Ante el agotamiento de los hidrocarburos, se recurre al fracking, o fractura hidráulica, para extraer petróleo y gas de yacimientos no convencionales como formaciones de esquistos, arenas compactas y mantos de carbón.Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, el 32% del gas que se producirá en el mundo en 2035 procederá del fracking. Esta técnica no es nueva. Comenzó a implementarse en Oklahoma y Texas (Estados Unidos) en 1949 y hacia 1998 adoptó la forma que hoy conocemos. Actualmente, se está masificando, sobre todo en Norteamérica. ¿CÓMO SE HACE?En primer lugar, se perfora verticalmente a 4000 o 5000 metros de profundidad  y, posteriormente,  se continúa de forma horizontal, por una longitud de 1,5 a 3 km.Los yacimientos no convencionales donde se utiliza el fracking son formaciones poco permeables y compactas, en las que los hidrocarburos se encuentran dispersos. Para liberarlos, una vez realizada la perforación, se debe fracturar la roca inyectando millones de litros de agua a alta presión, mezclada con arena y una serie de aditivos químicos. Esto permite que los hidrocarburos asciendan a la superficie junto con parte de la mezcla inyectada, denominada reflujo. El resto queda en el subsuelo. RIESGOS AMBIENTALESHay argumentos a favor y en contra de la utilización de la técnica de fractura hidráulica. Los riesgos denunciados por quienes se oponen al fracking son los siguientes:Contaminación de los acuíferos: Un 1% del líquido de fracturación, más de 200.000 litros, está compuesto por químicos que son contaminantes en grandes concentraciones. Si bien la tubería se recubre de cemento para evitar fugas, cualquier filtración puede afectar los acuíferos y contaminar así las aguas que beben miles de personas.El principal argumento de los defensores de esta técnica es que las perforaciones se realizan a una profundidad mayor a las napas, de modo tal no habría peligro de contaminación. Sin embargo, en una entrevista  realizada por el diario Río Negro, la socióloga Maritela Svampa, que trabaja sobre la expansión de la frontera extractiva en América Latina, refutó este argumento: “Yo he consultado a ingenieros en petróleo independientes, que no trabajan para petroleras, y dicen que eso es una falacia. Efectivamente, aunque los pozos sean más profundos como en este caso, puede haber migración del flujo de retorno y, por ende, contaminación con los químicos que se inyectan para fracturar las rocas”.La socióloga agregó que se trata de “escenarios de alta incertidumbre”, ya que es imposible saber lo que ocurre a tanta profundidad. Explicó que incluso Argentina podría sufrir la contaminación años después de que Chevron se haya ido del país.Contaminación del aire y el suelo: junto al gas y los químicos, retorna entre un 20% y un 50% del agua empleada. El líquido de retorno suele arrastar sustancias peligrosas. Así, metales pesados como el mercurio y el plomo llegan a la superficie. En fluido tóxico descartado se vierte sobre el suelo o en piscinas a veces sin recubrimiento, con lo cual las sustancias contaminantes se evaporan.Desde el movimiento social y cultural Argentina Sin Fracking, señalan como caso paradigmático de contaminación del aire en zonas cercanas a pozos de fracking a la ciudad de Dish, en Texas, en la cual, tras un estudio, se descubrió una cantidad del agente cancerígeno benceno muy superior a lo permitido.Efecto invernadero: cuando el agua vuelve a la superficie, el metano que contiene el gas se quema o se deja salir a la atmósfera. Los estudios indican que este gas es 21 veces más perjudicial que el CO2 para el calentamiento global. Así, también se agrava el cambio climático.Riesgo de terremotos: el agua inyectada puede alojarse en fallas geológicas, lubricar así las placas y aumentar la actividad sísmica. Hay que tener en cuenta además que las plataformas son rentables cuanto más pozos tienen, lo cual multiplica el riesgo de terremotos al volverse inestable el terreno.Según explican desde Argentina Sin Fracking, en Lancashire (Inglaterra) y en Ohio (Estados Unidos) se han paralizado las prospecciones y explotaciones al notarse un aumento de los terremotos en la zona en la que se fractura. Algo similar sucede en Holanda, país en el cual la opinión pública está en contra de los pozos que se están fracturando cerca de la ciudad de Groningen, al noreste del país, ya que se están registrando varios temblores que oscilan entre 2 y 3,4 grados de magnitud en la escala de Richter.Contaminación acústica: como consecuencia del incesante trabajo de perforación y traslado.Daños al ecosistema: el tamaño de los equipos utilizados conlleva una ocupación de la tierra que perjudica al entorno natural y su ecosistema. El riesgo de esto es la eliminación de especies vegetales que provoque la emigración involuntaria de los animales.Además del cuestionarse esta técnica por sus  impactos ambientales, también se objeta que se siga apostando e insistiendo sobre un modelo de explotación de fuentes de energías fósiles en vez de optar por un modelo que apunte a avanzar en el desarrollo de energías alternativas. Así lo afirmó  Mauro Fernández, de Greenpeace, en un artículo del diario La Nación: " (el fracking) profundiza un modelo fósil que llegó al límite, justo en un momento en que los países están avanzando hacia tecnologías alternativas". Además, se refirió a este tipo de técnicas como “un intento de ir más allá de los límites naturales."http://www.youtube.com/watch?v=r-B0bW2GhjkREGULACIONESRecientemente tres ciudades argentinas prohibieron la utilización del fracking: Concepción del Uruguay (Entre Ríos), San Carlos (Mendoza) y Colón (Entre Ríos). Anteriormente, había sido prohibido en Cinco Saltos (Río Negro). También existen proyectos de ley a nivel nacional para impedir el uso de esta técnica.La ordenanza de Concepción del Uruguay, que fue impulsada por asambleas socio ambientales, señalo que “no existe tratamiento (con fracking) que garantice la inocuidad al ambiente y a los seres humanos. Este tipo de explotación ha provocado la contaminación de napas de aguas subterráneas y superficiales, suelo y aire”. Además, se destaca que para la extracción de hidrocarburos en la Mesopotamia argentina, se debe perforar el acuífero guaraní, poniendo en riesgo uno de los reservorios de agua dulce más grandes del continente.Estas ordenanzas se basan en el principio precautorio vigente en la Ley 25.675, General del Ambiente  que indica que “cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente”A nivel internacional, en Europa, Francia, Luxemburgo, República Checa y Bulgaria han establecido ya una moratoria sobre el fracking. Lo mismo sucedió en algunos estados de Australia, Sudáfrica, Canadá, Suiza y Estados Unidos. El Reino Unido, España y Alemania cuentan con moratorias parciales. Además, en 2011 la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo se expidió en contra de la fractura hidráulica.Más información:El lado oculto de la explotación petrolera no tradicionalArgentina Sin FrackingFracking: la fiebre del gas