Tomar café antes de una siesta: el truco que la ciencia aprueba y es tendencia. Los científicos aseguran que esta combinación puede ser una de las formas más efectivas de mejorar la concentración y reducir la fatiga. Te contamos por qué funciona y cómo hacerlo correctamente.

La siesta con café: una costumbre que tiene respaldo científico

Aunque suene como un error, la llamada “coffee nap” (siesta con cafeína) se está volviendo tendencia en todo el mundo. La idea es simple: beber una taza de café justo antes de dormir una siesta corta de unos 20 minutos. Cuando te despiertas, el efecto estimulante de la cafeína comienza a actuar, potenciando la sensación de energía y claridad mental.

En países como España o Japón, esta práctica ya es habitual, pero ahora los científicos comienzan a entender su base biológica y por qué podría ser más eficaz que solo dormir o solo tomar café.

El papel de la adenosina: por qué el café y el sueño se complementan

La somnolencia no es casualidad: está regulada por una sustancia llamada adenosina, que se acumula en el cerebro a lo largo del día. Cuanta más adenosina hay, más cansancio sentimos.

Cuando dormimos, el cuerpo elimina esa adenosina. Y cuando tomamos café, la cafeína bloquea sus receptores, evitando que provoque sueño. La siesta con café aprovecha ambas cosas: mientras dormimos eliminamos parte de la adenosina, y cuando despertamos, la cafeína que recién empieza a hacer efecto bloquea los receptores restantes. El resultado: una recarga doble de energía.

Cuánto debe durar la siesta para que funcione

Los expertos recomiendan una siesta de 20 a 30 minutos. Si se duerme más, el cuerpo entra en fases de sueño profundo y al despertar puede aparecer sensación de confusión o pesadez mental.

Lo ideal es beber una taza de café y acostarse inmediatamente. Cuando despiertes, la cafeína ya estará en su punto máximo de acción.

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Qué dice la ciencia sobre las “coffee naps”

Diversos estudios respaldan este método. Investigaciones de la Universidad de Loughborough (Reino Unido) mostraron que quienes tomaban café antes de una siesta corta tenían mejor rendimiento y atención que aquellos que solo dormían o solo tomaban café.

Otros estudios recientes, como los dirigidos por Siobhan Banks en la Universidad de Australia del Sur, confirman que la siesta con cafeína reduce la fatiga y mejora el rendimiento cognitivo, aunque advierten que aún se necesita más investigación en personas de distintas edades y estilos de vida.

No es para todos: precauciones y límites

La sensibilidad a la cafeína varía según la persona. Quienes sufren de insomnio, ansiedad o presión alta deben consultar con un médico antes de probar este método. Además, no se recomienda hacerlo en horarios cercanos a la noche, ya que puede interferir con el sueño normal.

Los especialistas también aclaran que la siesta con café no reemplaza un buen descanso nocturno. Es solo un truco puntual para mejorar la energía durante el día.

Cómo probar la siesta con café paso a paso