La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a todas las mamás mantener la lactancia materna exclusiva para alimentar al bebé durante los primeros seis meses de vida. Y si es posible, alargarla hasta los dos años, alternándola con la introducción de alimentos sólidos.

La leche materna tiene muchos beneficios para el bebé, ya que tiene todas las proteínas, grasas y azúcares necesarias y elementos que lo protegen de futuras enfermedades.

Es necesario que todas las mamás que amamantan aprendan a sacarse leche. Esto será de mucha utilidad para superar problemas que pueden atentar contra el éxito de una buena lactancia.

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¿Por qué la lactancia materna sería la clave para no enfermarse?

Son varias las situaciones en las que se puede recurrir a la extracción, como por ejemplo:

1. Para alimentar al recién nacido prematuro o de bajo peso que está incapacitado aún para tomar directamente del pecho, y al que podemos beneficiar con las propiedades de la leche materna, que lo ayudarán a recuperarse y ganar peso.

2. Para alimentar al bebé cuando la madre reingresa a su trabajo.

3. Cuando debe separarse temporalmente del bebé por motivo de viaje, una enfermedad, una intervención que le exige internación o simplemente para ausentarse unas horas por un evento especial.

4. Cuando necesita aumentar su producción o volumen de leche.

5. Para aliviar la congestión de los pechos cuando se cargan demasiado de leche (como suele ocurrir en la primer bajada de leche).

6. Para evitar taponamientos de los conductos.

Para tener éxito en lo que buscamos a través de la extracción, es importante comenzar con expectativas realistas. Por ejemplo, saber que la habilidad para extraer leche se aprende, con el tiempo y con la práctica uno va perfeccionando la técnica. También, la cantidad de leche que se extraiga variará dependiendo de muchos factores como el momento del día, la habilidad para extraerse, cuán cómoda está en el ambiente donde se extrae la leche, cuán tranquila, etc.

Existen distintas técnicas de extracción y cada madre encontrará la más adecuada para ella y su situación.

Para conservar la leche de la mejor manera y que dure más tiempo, puedes tener en cuenta lo siguiente:

Utiliza contenedores sin BPA

Antes de almacenarla es muy importante lavar muy bien tus manos con agua y jabón. Asimismo, para almacenar la leche materna se debe utilizar un contenedor de vidrio o plástico que no contenga Bisfenol A (conocido como BPA) y que pueda taparse.

Tiempo de duración de la leche

Para evitar confusiones a la hora de guardar la leche, se puede optar por utilizar etiquetas para colocar la fecha de extracción con un marcador resistente al agua. Recuerda colocar el recipiente en la parte trasera del congelador o refrigerador, pues esa es la zona más fría.

No llenes los envases hasta el borde porque la leche materna se expande y podría derramarse del recipiente. Procura guardar la cantidad que tu bebé tome en promedio.

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Ten cuidado al mezclar las leches

Se puede mezclar leche recién extraída con leche previamente envasada y congelada, menciona la Clínica Mayo. No obstante, esto requiere de una serie de cuidados previos: enfría la leche recién extraída con paquetes de hielo para evitar que, al combinarla con la leche ya congelada, esta se descongele y pierda propiedades.

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Conservación de la leche materna

¿Cómo almacenarla?

La leche extraída se puede conservar de 4 a 8 horas fuera de la heladera a temperatura ambiente en un lugar fresco. Se recomienda conservarla en el refrigerador por un período no mayor a 48 horas. En el freezer, puede permanecer hasta 6 meses.

Es conveniente fraccionarla en pequeñas cantidades (60 a 120 ml) y preferentemente en bolsas recolectoras de leche o recipientes esterilizados y con cierre hermético.

No se recomienda utilizar los recipientes que se compran para análisis de orina, esterilizados para urocultivo, porque en general contienen na sustancia química: óxido de etileno.

Se pueden utilizar envases de vidrio o plástico duro con tapa hermética (hervidos y limpios), frascos (esterilizados al vapor) o bolsas, diseñadas especialmente para el almacenamiento de leche materna, dejando 3 centímetros libres en el envase.

No se recomiendan los frascos con tapas metálicas porque estas no pueden ser esterilizadas al vapor o en agua hervida ya que se oxidan.

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¿Cómo se descongela y se calienta la leche que sacamos del freezer?

Para descongelar la leche materna es necesario pasarla del freezer a la heladera, o sacarla fuera de la heladera a un lugar fresco, para que vuelva a su estado original.

Al sacarla del freezer, la leche materna suele separarse y no verse homogénea (similar a la leche cortada) pero, al agitarla un poco, se normaliza enseguida.

Para calentarla, colocarla bajo el chorro de agua caliente de la canilla o sumergir el recipiente que contiene la leche en una fuente con agua tibia. No ponerla a baño María ni usar horno de microondas, ya que pierde sus valiosas propiedades.

Es importante saber que una vez descongelada, puede permanecer 24 horas en la heladera, pero no se puede volver a congelar.

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Fuentes:

Wapa

Planeta Mamá