El café es, para muchas personas, una bebida de cabecera, su mejor amigo para despertarse por las mañanas. Muchos dicen que no imaginan la vida sin su sabor y su poder energizante. Sin embargo, también sabemos que su consumo debe ser moderado para proteger la salud, porque aumenta los latidos cardíacos, puede contraer las arterias, y a algunas personas les cae mal al estómago, entre otras cosas.
Pero también se conocen sus efectos benéficos: por ejemplo, es un excelente antiinflamatorio. Tanto, que en uso externo puede ayudar a reducir las ojeras y descongestionar los ojos.
Este poder antiinflamatorio es justamente el que trae una gran noticia para los amantes del café: estudios científicos encontraron una relación entre su consumo y la longevidad.
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Un estudio de la Universidad de Harvard, publicado en la revista especializada Circulation y basado en 300.000 encuestas realizadas durante más de 30 años, encontró que quienes beben café de forma regular pero moderada (entre tres y cinco tazas diarias) tienen menos posibilidades de morir de forma prematura por una falla cardíaca, diabetes o Mal de Parkinson.
La razón serían las propiedades desinflamatorias del café, y el efecto positivo sería también para quienes beben café descafeinado.
El equipo de trabajo, liderado por Ming Ding, no encontró una relación causa-efecto entre la bebida y la reducción de posibilidades de sufrir estas enfermedades; pero sí un aparente vínculo que coincide con estudios previos.
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Estos datos son una razón para seguir investigando y obtener información más certera sobre el café como agente de prevención de enfermedades.
El doctor Ding explicó que: “Los compuestos bioactivos del café reducen la resistencia a la insulina y la inflamación sistemática. Esto podría explicar algunos de nuestros hallazgos. No obstante, se necesitan más estudios para investigar los mecanismos biológicos que producen estos efectos”.
A ti, ¿te gusta el café?