¿Te imaginas qué hubiera sido del mundo si todos nosotros hubiésemos aprendido de niños a cuidar lo que nos rodeaba; si hubiéramos visto a nuestros padres o abuelos hacer también lo mismo con tanta naturalidad como quien se anuda los cordones de los zapatos? 

De niños, todo a nuestro alrededor nos resulta sorprendente y desconocido; cada cosa que aparece ante nuestros ojos despierta la curiosidad y el deseo de saber el "por qué", de conocer cómo funciona o qué es lo que le da vida. Por eso, la infancia es un momento ideal para adoptar una visión amorosa y positiva del mundo, para que nunca más perdamos de vista la necesidad de cuidar lo que nos rodea y a quienes comparten con nosotros la vida.

Pensando en esto como una oportunidad, nació Proyecto BIO, una propuesta de arte itinerante para niños y adolescentes que brinda talleres ambientales en museos, casas culturales, escuelas y jardines; con el fin de despertar la conciencia ambiental y el interés colectivo a partir de la observación e interpretación de obras de arte.

El creador de Proyecto BIO es el artista plástico ambiental Gonzalo Alvarez, quien lleva recorridos 17 años ininterrumpidos de trabajo social expresados hacia la comunidad educativa.

Gonzalo se muestra feliz en su propósito de concientizar a niños y adolescentes con su arte y sus conocimientos ambientales. Para él, conocer la mirada de los chicos y ayudarlos a comprender las temáticas ambientales que en ellas se descubren, es fantástico, pues se logra entre todos un intercambio de ideas con los más chicos a través de un debate interactivo y lúdico.

“La clave es saber escuchar a los niños para conocer sus emociones y opiniones al respecto; ellos mismos lograrán construir conclusiones y respuestas ambientales concretas. El desarrollo cognitivo es individual y grupal, todo se da en un clima de confianza”, explica Gonzalo.

Los temas ambientales que expresan las obras, así como también la propia imaginación del niño acerca de cómo es un bosque, un hábitat natural, un parque nacional, una especie nativa en peligro de extinción o una especie exótica introducida en la Argentina, ayudan a afianzar contenidos, que luego son llevados al papel en blanco para que los niños creen una obra propia. 

Al visitar escuelas y jardines de infantes a su vez también el Proyecto incluye la posibilidad de hacer murales de telas ambientales, y murales ambientales de integración en las fachadas de los espacios. 
 
Por eso, para Gonzalo, el arte y el cuidado del ambiente van de la mano: “Desde la primera infancia es muy importante comunicar arte Ambiental, el desarrollo de la educación emocional positiva es fundamental para establecer vínculos de confianza. La Educación Ambiental es el medio para desarrollar el amor, la confianza básica y la integridad del niño", explica. 

Más info: [email protected] 
Instagram: gonzalo_proyectobio