Varios científicos recrean el aroma del bálsamo utilizado en una momia egipcia. Es un olor de hace 3.500 años, época en que ya se usaban los perfumes. Un trabajo que persigue reconstruir las fragancias de la antigüedad.

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La extraviada historia de los aromas

Si hay algo difícil es imaginar los olores del pasado. Por ejemplo, hay muchos escritos que describen el famoso perfume que usaba Cleopatra. Pero, no podemos respirar ese aroma, tan solo suponerlo.

Los colores, textos, pinturas, la música… de todo queda algún vestigio que se puede reproducir. Pero: ¿y cómo se revivimos los perfumes de la antigüedad? Es una cuestión complicada, ya los olores dependen de muchos factores.

Pero, quedan descripciones de esos aromas… así como las instrucciones de su elaboración y los ingredientes usados. Pero, de todos modos el resultado nunca es igual: falta la técnica, los utensilios y la dosificación exacta para hacer los perfumes.

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Fuente: Christian Tepper/Museo August Kestner

El perfume de Senetnay, la nodriza del faraón Amenhotep II

Se llamaba Senetnay, una mujer que, sin pertenecer a la realeza, tuvo una tumba en el famoso Valle de los Reyes. Llegó a ser la nodriza del faraón Amenhotep II, a quien amamantó y se convirtió en su figura de referencia.

"Los ingredientes para embalsamar encontrados en los bálsamos de Senetnay se encuentran entre los más elaborados y diversos jamás identificados de este periodo, revelando el meticuloso cuidado y sofisticación con que se crearon"

El grupo de investigadores halló los bálsamos en unas vasijas dejadas en la tumba. El cuerpo de la mujer nunca fue hallado, se sospecha fue hurtado por saqueadores de mausoleos. Pero, en el sitio dejaron muchas cosas.

Los egipcios preparaban el cuerpo para la “eternidad” de la muerte. Ellos creían que morir era continuar. Por eso, preparaban los cadáveres: les extraían los órganos y les untaban bálsamos especiales, para preservarlos.

Esos bálsamos no solo eran embadurnados en la piel de los muertos. También, eran dejados en la tumba, en vasijas abiertas, para que el aire se impregnara de ese “aroma de lo eterno”. Un olor que se ha podido replicar en el siglo XXI.

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Se tomaron y analizaron muestras del bálsamo. Fuente: Carole Calvez

Trabajo publicado en la revista académica Scientific Reports

Los científicos pudieron obtener muestras, con las cuales diseccionaron el contenido de los bálsamos: tanto en contenido, como en proporciones de los ingredientes. Así, pudieron rehacer esos aromas del pasado remoto.

"La presencia de una gama tan amplia de ingredientes, incluidas sustancias exóticas como el dammar o la resina del árbol de la Pistacia, indica que se utilizaron materiales extremadamente raros y caros para su embalsamamiento", se dice en la publicación.

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¿Qué opinas de esta investigación? Se espera hacer un museo de aromas del pasado, en el cual la gente puede sentir perfumes y aromas de otros tiempos. Un trabajo que despierta la curiosidad de muchos.

Fuente: CNN