En la década de los 90, un estudio de la NASA examinó específicamente la efectividad de un período de descanso planificado en la cabina para mejorar la alerta y el rendimiento en operaciones de vuelo de larga distancia. Los resultados revelaron hallazgos sorprendentes sobre la duración óptima de la siesta, así como los beneficios para los pilotos y tripulación aérea.

El Estudio de la NASA

El estudio contó con la participación de 21 miembros de la tripulación de vuelo. Doce de ellos fueron asignados al ‘grupo de descanso’ (Rest Group) y nueve al ‘grupo sin descanso’ (No-Rest Group). Durante el vuelo de larga duración, se permitió al primer grupo un período de descanso planificado de 40 minutos durante la fase de crucero de baja carga de trabajo. Esta siesta programada permitió a los pilotos descansar y recuperar energías durante un momento estratégico del vuelo, cuando la carga de trabajo era menor y el riesgo de fatiga era más bajo. Mientras tanto, el otro grupo mantuvo sus actividades de vuelo habituales durante un total de 40 minutos.

Se utilizaron varias medidas para evaluar la vigilia y el rendimiento de los participantes. Estas incluyeron registros ambulatorios continuos de la actividad de ondas cerebrales y movimientos oculares, una tarea de reacción/vigilancia, un monitor de actividad de muñeca, calificaciones de fatiga y vigilia en vuelo, un registro diario para anotar períodos de sueño, comidas, ejercicio, períodos de vuelo y de servicio, y el Cuestionario de Antecedentes de la NASA.

“Los pilotos del grupo de descanso durmieron en un 93 por ciento de las oportunidades, quedándose dormidos en 5.6 minutos y durmiendo durante 25.8 minutos”, afirmaron los investigadores en base a los datos recopilados durante el estudio.

SIESTA

Beneficios de la Siesta

Estos resultados destacan la eficacia de una siesta corta pero efectiva para mejorar la alerta y el rendimiento de los pilotos durante vuelos de larga distancia. La siesta no solo mejoró la alerta fisiológica y el rendimiento de los pilotos, sino que también proporcionó beneficios específicos durante las fases críticas del vuelo. En palabras del equipo científico: “Los beneficios de la siesta se observaron durante las fases críticas de descenso y aterrizaje del vuelo”. Por tanto, una siesta programada podría ser especialmente beneficiosa para mantener la concentración y la precisión durante momentos clave.

Además, los científicos de la agencia espacial estadounidense comprobaron que la siesta no afectó negativamente al sueño durante las paradas o al déficit acumulado de sueño, lo cual indica que incluso una siesta corta no interfiere con el sueño nocturno habitual y puede proporcionar beneficios adicionales sin causar trastornos en el ciclo de sueño.

Cabe señalar que los procedimientos de siesta implementados en el estudio fueron diseñados para minimizar la interrupción en las operaciones de vuelo habituales y garantizar la seguridad de la tripulación y los pasajeros. Según los investigadores, “no hubo motivos para preocuparse por la seguridad”. De acuerdo con los autores de este trabajo, las siestas programadas podrían integrarse de manera efectiva en entornos de trabajo críticos sin comprometer la seguridad o la eficiencia operativa.

Duración Óptima de la Siesta

Lo cierto es que las investigaciones más recientes han variado en sus conclusiones sobre la siesta. Algunos estudios la han vinculado con mejoras en el estado de ánimo y la cognición, mientras que otros la han asociado con problemas de salud, especialmente en personas mayores.

Michael Chee, investigador del Centro del Sueño y la Cognición de la Universidad Nacional de Singapur, destaca los beneficios cognitivos de una siesta breve: “Incluso una siesta corta de 10 minutos te refrescará”, afirma. “Si duermes un poco más, los beneficios cognitivos también duran un poco más”, y por eso media hora, más o menos, se puede considerar una buena siesta, añade.

Sin embargo, si la siesta es más larga, puede llevar a un sueño más profundo y a una mayor inercia del sueño al despertar. Un estudio liderado por la fisióloga Marta Garaulet, de la Universidad de Murcia, encontró que las siestas de más de 30 minutos estaban asociadas con un mayor riesgo de obesidad y otros problemas de salud. Según estos expertos, las siestas largas también pueden indicar problemas de salud subyacentes, como Alzheimer o inflamación cerebral. Ahora, se cree que lo mejor es dormir una siesta de entre 20 y 30 minutos.

Cómo Optimizar tu Siesta

Para aquellos que desean aprovechar al máximo los beneficios de una siesta, es crucial tener en cuenta algunos consejos prácticos. Primero, es importante encontrar un entorno adecuado para dormir. Un lugar oscuro, fresco y tranquilo puede facilitar que te duermas rápidamente y disfrutes de un sueño reparador. Además, establecer una rutina regular de siesta puede ayudar a tu cuerpo a acostumbrarse a este período de descanso adicional.

La Ciencia Detrás de la Siesta

La ciencia ha demostrado que una siesta corta puede tener un impacto significativo en la función cognitiva y el rendimiento. Durante el sueño, el cerebro procesa información y consolida la memoria. Incluso una breve siesta puede ayudar a mejorar la capacidad de aprendizaje y la memoria a corto plazo. Además, la siesta puede reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo, lo que puede ser especialmente beneficioso en entornos laborales exigentes.

Siesta en Diferentes Culturas

La siesta no es solo una práctica común en España; también es una tradición en muchos otros países. En Japón, por ejemplo, la siesta en el lugar de trabajo, conocida como "inemuri", es aceptada y a veces incluso alentada como una forma de mejorar la productividad. En América Latina, la siesta es una práctica cultural arraigada que sigue siendo popular en muchas regiones.

Impacto en la Salud a Largo Plazo

Si bien una siesta corta puede tener muchos beneficios, es importante no depender de ella para compensar la falta de sueño nocturno. Dormir bien durante la noche es fundamental para la salud a largo plazo. La falta de sueño crónica se ha relacionado con una serie de problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes y problemas de salud mental.

Aplicaciones Prácticas de la Siesta

La investigación de la NASA ha llevado a la implementación de siestas estratégicas en diversas industrias, no solo en la aviación. Por ejemplo, en el sector de la salud, los trabajadores de turnos nocturnos a menudo tienen la oportunidad de tomar siestas breves para mantenerse alertas y desempeñarse mejor en sus tareas. En el mundo corporativo, algunas empresas están empezando a ofrecer áreas de descanso para empleados, reconociendo los beneficios de una siesta corta para mejorar la productividad y el bienestar.

Consideraciones para la Siesta

Es importante recordar que la siesta no es adecuada para todos. Algunas personas pueden encontrar que una siesta interfiere con su capacidad para dormir bien por la noche. Si tienes problemas para conciliar el sueño o mantenerte dormido, puede ser útil hablar con un profesional de la salud para identificar la causa subyacente y encontrar soluciones adecuadas.

La Siesta en el Futuro

A medida que la sociedad moderna continúa evolucionando, es probable que la siesta siga siendo un tema de interés tanto para los investigadores como para el público en general. Con el aumento del estrés y las demandas en el lugar de trabajo, encontrar maneras de mejorar el descanso y la recuperación será cada vez más importante. La investigación continua sobre la siesta y sus beneficios puede proporcionar nuevas estrategias para mejorar la salud y el bienestar en todos los aspectos de la vida.

El estudio de la NASA sobre la duración de la siesta ha proporcionado información valiosa que puede aplicarse en una variedad de contextos. Los hallazgos demuestran que incluso una breve siesta puede tener un impacto positivo significativo en el rendimiento y la alerta, sin afectar negativamente el sueño nocturno. Estos resultados apoyan la idea de que las siestas estratégicas pueden ser una herramienta útil para mejorar la productividad y la seguridad en entornos de alta presión.

Los beneficios de la siesta son claros: mejora la alerta, el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo. Al integrar una siesta corta y efectiva en la rutina diaria, se pueden maximizar estos beneficios y promover un estilo de vida más saludable y equilibrado. La clave está en encontrar la duración óptima y el momento adecuado para descansar, asegurando que la siesta se convierta en una parte valiosa y productiva de la jornada.

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