Muchos creen que ser madre es una de las cosas más maravillosas que puede sucederle a una mujer, y seguramente lo sea cuando esa maternidad es deseada.

Lo que muy pocos dicen es que, de hecho, tener un hijo es un verdadero trabajo. Y que, incluso cuando haya un padre presente, ese trabajo recae principalmente en la madre.

Por supuesto que eso no es siempre. Hay parejas que logran repartirse de forma equitativa las tareas del hogar y que, con la llegada de los hijos, también hacen lo propio. Hay padres que se quedan en casa mientras la mujer sale a trabajar.

Pero la realidad es que socialmente, la madre debe hacerse cargo de todo el trabajo que conlleva criar un niño mientras que, si el padre hace una parte, es “una verdadera joya”.

Tal como pasa con las tareas domésticas, que el varón haga algo es una virtud, mientras que la mujer deje de hacer algunas cosas es un signo de mala madre.

Todo esto ha sido estudiado por distintas investigaciones que han demostrado que ser madre es, de hecho, el trabajo más duro y menos valorado socialmente para las mujeres.

Estos son algunos de los resultados obtenidos por los diversos estudios.

Un trabajo a jornada completa

De acuerdo a la investigación realizada por una importante marca de juguetes española, la jornada laboral de una madre de niños hasta los 12 años es de… ¡20 hs. al día!

Casi el triple de una jornada laboral habitual de 8 hs.

Implicancias físicas y emocionales

De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad Católica de Lovania (Bélgica), muchas mujeres sienten altos niveles de cansancio al ser madres, al mismo tiempo que las sobrepasa una sensación de incapacidad.

Además, la falta de descanso (especialmente durante los primeros años de vida de la criatura) puede afectar la salud física.

Obligación de ser “buena madre”

Uno de los peores problemas con la maternidad es que está socialmente impuesto que toda mujer está hecha para ser “buena madre”. ¡Como si hubiera una prueba que pudiera identificar a una buena madre!

Al final, eso genera una gran sensación de frustración y culpabilidad en muchas mujeres que no creen ser dignas de dicha etiqueta.

No reconocido

Esa “obligación” hace que el hecho de ser madre sea uno de los trabajos menos reconocidos. No sólo por la sociedad: incluso por los maridos, los propios padres, los suegros… ¡Y hasta los mismos hijos!


Entonces… ¿La ciencia dice que no hay que ser madre?

Claro que no se trata de eso. De hecho, las mismas investigaciones y otras similares han dado con otros resultados mucho más esperanzadores.

Por ejemplo, que el 42% de las madres aseguran que, desde que tienen hijos, han conocido el verdadero y único amor incondicional.

También se concluye que la mitad de los padres y madres creen que formar una familia es una experiencia perfecta y maravillosa.

Con lo cual, sin dudas, tener hijos puede ser una de las más bellas e importantes decisiones que se pueden tomar en la vida.

Lo que sí es importante recordar es que ninguna mujer tiene la obligación de desear ser madre, ni de ser una “madre perfecta”. Y que, hagan lo que hagan en su rol de madre, hay que valorarlo.

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¡Nunca olvides de decirle a una madre lo bien que lo ha hecho siempre!

Fuentes:

EnamorandoMe

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