Ya sea en ensaladas, para un jugo o incluso salsas, los tomates son una de las mejores frutas que puedes crecer en tu jardín o incluso en tu apartamento.
Es bastante sencillo y no necesitas de experiencia previa en el mundo de la horticultura, de hecho, es perfecta para comenzar esta práctica.
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El tomate es rico en antioxidantes, en vitamina C, A, K, en hierro y potasio. Te ayuda a mejorar la vista y ayuda en problemas como la ceguera nocturna. Además es una deliciosa fruta, por lo que bastan solo cuatro rodajas de tomate para hacer que sus semillas comiencen a dar frutos.
1. Prepara la tierra
Comienza por llenar una maceta con tierra. Después corta cuatro rodajas finas de un tomate bastante maduro o incluso uno que ya no comerías y colócalas directamente sobre la tierra. Asegúrate que cada una esté separada de las otras para que puedan tener mayor oportunidad de crecimiento.
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2. Riega
El paso dos es poner más tierra sobre los tomates. Asegúrate que no sea demasiada, pues de otra forma impedirías la germinación de las semillas y podrías terminar con el experimento. Son sólo unas semanas lo que necesitas para comenzar a ver pequeños brotes de la planta.
3. Elige el lugar definitivo para la planta
Finalmente debes decidir si le darás a cada planta su propia maceta o, si tienes la oportunidad de plantarlas directamente en el suelo, acoplarlas a su espacio para que cada una se nutra correctamente y no compitan por agua o espacio.
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¿Cómo cuidar tu planta de tomates?
Durante su crecimiento, la planta requiere cuidados, pero son bastante sencillos. Asegúrate de regarla diario y ya que comience a dar frutos, hazlo a intervalos para que el sabor sea aún mejor. También recuerda que necesita mucha luz, por lo que no escatimes en cuanto a la cantidad de luz con la que se bañaran.
Cultivar tu propio alimento te ayudará a ver que cada pequeña cosa es valiosa, entenderás mucho acerca del mundo de la alimentación al intentar mantener sanos y salvos a tus tomates. Además, es una actividad terapéutica que te ayudará a desconectarte, aunque se por unos minutos, del caos de la vida diaria.
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