Cuando tenemos una pesadilla y nos despertamos en medio de la madrugada, es fácil echarle la culpa a las películas de terror que pudiste haber visto recientemente, o a pensar que fue un evento aleatorio que no necesariamente tiene relación con nada en particular.

Si bien alguna de esas puede ser la respuesta, existen muchos factores de la vida cotidiana que influyen en nuestro estado mental, y en nuestra propensión de sufrir pesadillas. Algunas de las razones por las que tenemos pesadillas pueden parecer ser sorprendentes o inesperadas, pero debemos tenerlas en cuenta.

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  • Salud mental deteriorada

Según el psicólogo clínico John Mayer, el pensamiento negativo y los problemas no resueltos pueden desencadenar grandes problemas al dormir.

Nuestro cerebro funciona como una computadora; lo que entra es igual a lo que sale”, señala Mayer y, con esto quiere decir que si mantenemos pensamientos negativos en nuestra mente, el cerebro los "reciclará" mientras dormimos, lo cual generará pesadillas. El mismo psicólogo sugiere resolver los problemas lo más anticipadamente posible y tratar de pensar si no positivamente, de una manera más clara.

  • Rasgos de personalidad

Algunas investigaciones indican que los rasgos de carácter pueden contribuir a sufrir de sueños negativos. Un estudio de 2001 que analizó a personas que experimentaban por lo menos 2 pesadillas al mes demostró que las personas más sensibles son más propensas a tener pesadillas.

También se reveló que aquellos con un límite de personalidad más finos, los de mente abierta, sensibles, creativos y artísticos los experimentan más seguido, largos e intensos.

  • Estás procesando un trauma

Un estudio de 2015 sugiere que las pesadillas pueden ser un síntoma de algún trastorno de estrés postraumático. Según Alex Dimitriu, médico y fundador de Menlo Park Psychiatrt & Sleep Medicine, “las pesadillas pueden ser un signo de recuerdos reprimidos, trauma, apnea del sueño o trastornos del sueño”.

En estos casos, Dimitru aconseja buscar ayuda profesional, ya que los sueños seguirán apareciendo como consecuencia del trauma no resuelto.

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  • Exceso de comida

Tal vez te han recomendado no comer en tan altas horas de la noche, y la propensión incrementada a sufrir pesadillas es una de las razones. Así es, altas cantidades de comida aumentarán la temperatura de tu cuerpo, haciendo que tu cerebro se sienta más activo y, por lo tanto, puedes sufrir pesadillas.

La Universidad de Montreal realizó un estudio en el que demostró que aquellos que cenaban más tarde padecían más de pesadillas, tanto niños como adultos. Trata de cenar más temprano y en pequeñas cantidades, no solo experimentarás menos pesadillas, sino que evitarás otros problemas gastrointestinales que tampoco te dejarán dormir en paz.

  • Demasiado alcohol

Puede ser fácil pensar que el consumo de alcohol puede ayudar a conciliar el sueño, pero la verdad es que al dormirnos, el alcohol se metaboliza y el efecto sedante desaparece, creando sueños fragmentados y pesadillas.

Existe incluso la posibilidad de que actúes como en tus sueños o sufras de sonambulismo. Trata de tomar moderadamente y, si se trata de tomar alcohol para dormir, intenta solo una pequeña copa de vino.

  • Medicamentos

En especial los medicamentos para la tensión arterial, los antidepresivos y los antihistamínicos. Otras enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, así como los esteroides, pueden causar sueños aterradores.

Si este es tu caso, comunícate con tu médico y crea un plan para deshacerte de esos medicamentos o ir disminuyendo su uso poco a poco. Otras formas de prevenir las pesadillas es optando por hábitos saludable, como la meditación, la terapia, el ejercicio o escribir los pensamientos en un diario.

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Fuente:

Huffington Post