Casi todos los tipos de cáncer son curables si se detectan a tiempo. El problema es que muchos de ellos son “invisibles”: comienzan a mostrar síntomas cuando la enfermedad está muy avanzada.

El cáncer de piel, en cambio, es uno de los tipos de cáncer más fácil de diagnosticar, pues puede verse a simple vista, con la aparición de lunares en la piel. Entonces, sabiendo identificar y distinguir los lunares cancerosos de los comunes, es posible recibir un tratamiento rápido.

Además, el cáncer de piel es prevenible, puesto que una de sus grandes causas es la exposición al sol. Actuando de manera responsable y sabiendo cómo cuidarse, es posible mantenerse a salvo de esta enfermedad.

Todo esto es muy importante, porque el de piel es el más común de todos los cánceres: 1 de cada 3 diagnósticos de cáncer es cáncer de piel.

De acuerdo a La Roche-Posay, marca cuya misión es mejorar la vida de las pieles sensibles, estos son los 3 pasos más importantes que se deben tener cuenta para prevenir el cáncer de piel:

1. Chequea tus lunares

Chequear de forma habitual los lunares de la piel es uno de los aspectos más importantes para detectar a tiempo el cáncer de piel. Si quieres hacer el chequeo tú mismo en casa, debes saber que hay 5 características que identifican a los lunares malignos:

  • Asimétricos: los lunares sospechosos son asimétricos, a diferencia de los sanos.
  • Bordes: a diferencia de los lunares sanos, los sospechosos tienen bordes irregulares y con picos.
  • Color: los lunares sospechosos no tienen un color parejo, sino que en cambio tienen varias tonalidades.
  • Diámetro: un lunar que tiene más de 6 mm. de diámetro debe ser revisado por un médico porque puede ser peligroso.
  • Evolución: los lunares que crecen o se modifican suelen ser sospechosos, mientras que los sanos no evolucionan.

De cualquier modo, y aunque hacer el chequeo casero puede salvar tu vida y la de tus seres queridos, hacer una consulta anual con un dermatólogo es fundamental.

En muchos casos se ofrecen chequeos gratuitos, como el que actualmente está impulsando La Roche-Posay. Skin Check On Tour es una campaña que ofrece un chequeo de lunares gratuito de la mano de profesionales de la dermatología con el objetivo de concientizar acerca de la importancia del chequeo regular de lunares como método de prevención.

La campaña recorrerá durante el mes de diciembre distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires, y ya se ha realizado en Salta, Tucumán, Mendoza, Córdoba, Neuquén, Bariloche y Rosario. Durante el tiempo que lleva la campaña, se encontraron más de 400 lesiones sospechosas.

2. Protégete del sol

La exposición al sol es la principal causa de aparición de cáncer de piel a nivel global. Por eso, usar protección solar es fundamental, en cualquier momento en el que te expongas al sol.

Los rayos UV generan daños en nuestra piel. El cáncer es la consecuencia más grave del permanente deterioro que nuestra piel sufre a causa del sol. El protector solar actúa como barrera, impidiendo que esos rayos lleguen a la profundidad de nuestra dermis.

De acuerdo al tu tipo de piel y tus necesidades particulares, el tipo de protección solar que necesitas puede variar. La gama Anthelios tiene protectores para todas las edades, preferencias, necesidad y situación, y encontrar la adecuada para ti puede ser una gran diferencia.

3. Actúa de forma responsable ante la exposición solar

Ahora que ya estás usando el protector solar que se adapta a tus necesidades, estás mucho más seguro. Sin embargo, y aunque usemos la mejor protección, hay que saber exponerse al sol de manera responsable.

Si vas a pasar todo el día en la playa, por ejemplo, es buena idea que encuentres la manera de permanecer largos períodos a la sombra. Además, es importante usar gorros, lentes pero, sobre todo, no pasar demasiadas horas al rayo del sol.

Puede ser difícil determinar cuándo has estado expuesto a demasiado sol. Para ello, La Roche-Posay creó el UV Patch, un parche que puedes pegar en tu mano y sincronizar con una app. Las tintas fotosensibles que lo componen permiten medir la radiación UV que estás recibiendo, y te alertan cuando ya ha sido demasiado.

Fuentes:

La Roche-Posay