Comer vegetales puede llevar nanoplásticos a tu organismo- un reciente estudio de la Universidad de Plymouth demuestra que el consumo de frutas y verduras podría convertirse en una vía de exposición a micropartículas contaminantes presentes en el ambiente.

Por primera vez, los investigadores comprobaron que estas partículas pueden ser absorbidas por las partes comestibles de los cultivos durante su crecimiento.

La investigación se realizó con rábanos cultivados en sistemas hidropónicos, sin tierra. Durante cinco días, las raíces se expusieron a nanoplásticos de poliestireno marcados con carbono-14, lo que permitió medir con precisión la acumulación de estas partículas en distintas secciones de las plantas. Los resultados mostraron que 5% de los contaminantes presentes en la solución penetraron en las raíces, concentrándose luego en la raíz carnosa y en los brotes.

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Origen del descubrimiento

El profesor Nathaniel Clark, coautor del estudio, explicó que aunque las plantas poseen la franja de Casparian como barrera natural, los nanoplásticos pueden atravesarla y acumularse en los vegetales, pudiendo transmitirse a cualquier organismo que los consuma. Según Clark, esto no sería exclusivo de los rábanos, sino que podría afectar a diversos cultivos a nivel mundial.

La deteccion alimenticia

Los micro y nanoplásticos son fragmentos invisibles que se desprenden de objetos cotidianos y se degradan por factores como luz solar, viento, lluvia o abrasión. Mientras que los microplásticos miden de 1 micrómetro a 5 milímetros, los nanoplásticos tienen dimensiones inferiores a 1 micrómetro. Se han detectado en carne, agua y productos agrícolas, siendo especialmente preocupante su presencia en alimentos listos para consumir o expuestos a calor.

De acuerdo con Gregorio Rafael Benítez Peralta, académico de la UNAM, los nanoplásticos que ingresan al organismo atraviesan la barrera intestinal, llegando al torrente sanguíneo y afectando células clave del sistema inmunológico. Además, estudios en roedores indican que estas partículas pueden provocar inflamación cerebral y reducir proteínas asociadas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Especialistas advierten sobre la necesidad de políticas para reducir el uso de plásticos, considerando que cada año se producen más de 500 millones de toneladas de este material en el mundo, pero solo el 9% se recicla. La acumulación de micro y nanoplásticos representa una amenaza creciente para la salud humana y los ecosistemas.

Este estudio resalta la importancia de monitorear la contaminación plástica en alimentos y fomentar prácticas agrícolas y de consumo más responsables para proteger tanto la salud como el medio ambiente.