El Ginger Ale es una gaseosa oriunda de Inglaterra que se prepara con agua, jengibre, azúcar y limón.

Es comúnmente usada en coctelería, y dicen que es una de las mejores compañeras del Whisky. Sin embargo, si se bebe sola es un excelente remedio natural para diferentes dolencias, pues sus ingredientes tiene múltiples beneficios.

El Ginger Ale se vende embotellado de forma industrial, pero lógicamente esa opción no es la más saludable de todas. En cambio, preparar la bebida en casa es una perfecta manera de tener un refresco natural y beneficioso para la salud.

Así que te presentamos esta sencilla receta, para que prepares de forma natural y casera esta deliciosa bebida que te ayudará a combatir malestares estomacales, síntomas gripales y dolores musculares.

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Beneficios del Ginger Ale

Esta bebida se prepara, como dijimos, con ingredientes fundamentales que le dan su sabor: el jengibre y el limón.

Ambos tienen un sabor particular, y es sabido que maridan muy bien juntos. Pero además de ello, los dos ingredientes son remedios naturales para diversas enfermedades y malestares. Por eso, el Ginger Ale es una bebida perfecta para aliviar todo tipo de malestares.

  • Beneficios del jengibre:

♦ Alivia los malestares estomacales
♦ Favorece a la digestión
♦Alivia las náuseas, incluso las que se experimentan en los primeros meses del embarazo.
♦ Corta los vómitos.
♦ Baja la fiebre
♦ Calma la tos
♦ Estimula la circulación
♦ Ayuda a calmar los dolores musculares
♦ Es antiinflamatorio y antibiótico

  • Beneficios del limón:

♦ Fortalece el sistema inmunológico
♦ Ayuda a combatir los síntomas gripales y los resfriados
♦ Es antiviral
♦ Es antioxidante
♦ Funciona como antihistamínico
♦ Por ser diurético, ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo

Receta Ginger Ale paso a paso

Como verás a continuación, hacer esta bebida es súper sencillo y barato. Lo único que necesitas es tener un poco de paciencia, pues para que se gasifique necesitas dejarla fermentar.

  • Ingredientes

♦ Agua fría
♦ 2 cucharadas de raíz de jengibre rallada
♦ El jugo de un limón
♦ 1/4 de cucharadita de levadura en polvo
♦ Azúcar de mascabo a gusto (pero no menos de 1/2 taza)

  • Preparación

1. Coloca un embudo sobre la boca de la botella en la que prepararás la bebida. Vierte el azúcar y la levadura. Agita un poco para mezclar los ingredientes.

2. Ralla la raíz de jengibre con los dientes más finos del rallador y viértelo dentro de una taza medidora.

3. Exprime el jugo de un limón y viértelo sobre el jengibre rallado. Mezcla un poco.

4. Vierte el jugo mezclado con el jengibre dentro de la botella. No te preocupes si los ingredientes se pegan en el embudo. Lo resolverás en el paso siguiente.

5. Llena con agua fresca la taza medidora que usaste en los pasos 3 y 4. Vierte el líquido dentro de la botella. El objetivo de esto es despegar lo que haya quedado tanto en la taza como en el embudo.

6. Quita el embudo, tapa la botella y agítala. Al hacer esto, ayudarás a activar la levadura para que la carbonatación de la bebida siga su curso.

7. Llena la botella con más agua fresca. Deja unos 2,5 cm libres para los gases que se liberarán durante la fermentación. Coloca la tapa nuevamente y agita un poco más para que se disuelva bien el azúcar.

8. Coloca la bebida en un sitio templado por no más de 24 o 48 horas. Para comprobar que el ginger ale está listo, aprieta la botella. Si cede fácilmente, deberás dejarla reposar un poco más. Cuando haya fermentado, el gas hará que el recipiente se sienta más turgente al tacto. Una vez que sea difícil apretar la botella, colócala en el refrigerador. A la hora de tomar la bebida, ábrela lentamente para liberar la presión de a poco.

Consideraciones finales

  • Mejora con la práctica

Hacer bebidas fermentadas es sencillo, pero a la vez es todo un arte. A medida que vayas haciendo la receta una y otra vez irás descubriendo pequeños trucos que harán que tu Ginger Ale quede cada vez más espectacular.

Qué levadura funciona mejor, qué limón es el más adecuado, etc. Creéme: ¡Es un camino de ida!

  • Cómo saber si quedó bien

La mejor forma de saber si tu bebida ha quedado bien es olerla. Esta debe tener aroma principalmente a jengibre, aunque también debe sentirse (aunque ligeramente) el olor a levadura.

Y debe estar gasificada: sino, es que algo en la fermentación ha fallado.

  • Cómo usarla

La verdad es que el uso que quieras darle a tu gaseosa depende de ti. Debes saber que beberla no tiene demasiadas contraindicaciones, por lo que puedes usarla como compañía a las comidas o lo que prefieras.

Eso sí: ten en cuenta que tiene azúcar, con lo cual no es necesariamente una bebida dietética. Sin embargo, ¡No se la quites! Sin azúcar no hay fermentación.

Y, como dijimos al comienzo también puede ir perfectamente en cócteles de todo tipo.

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¿Conocías esta bebida? ¿Sabías que podías hacerla en casa? ¡Cuéntanos lo que te parece!

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