Planchitas y rizadores: el calor que deja marcas en tu piel es un asunto grave a tener en cuenta. ¿Qué le pasa a tu pelo y tu piel cuando usás estos artefactos todos los días, y cómo protegerte?.
La planchita de pelo y el rizador son aliados de muchas rutinas de belleza. Pero, ¿sabías que su uso frecuente puede dañar tanto tu cabello como tu cutis?. La exposición constante a temperaturas elevadas debilita las fibras capilares, deshidrata el cuero cabelludo y puede incluso provocar quemaduras leves en zonas sensibles como el cuello o las orejas.
Si usás herramientas térmicas para peinarte todos los días, es importante saber cómo minimizar los efectos del calor extremo.
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¿Qué daño puede causar el uso diario de planchitas y rizadores?
El principal problema es la deshidratación del cabello. A temperaturas que van de los 180 a los 230 °C, las fibras capilares pierden humedad y se vuelven quebradizas. Esto puede generar:
- Puntas abiertas
- Frizz persistente
- Pérdida de brillo y elasticidad
- Caída del cabello en zonas debilitadas
Además, si la herramienta entra en contacto con la piel, puede causar quemaduras térmicas. Estas lesiones son más comunes en el cuello, frente, cuero cabelludo o dedos, especialmente cuando se manipulan con prisa o sin espejo.
Cómo proteger tu pelo del calor: consejos prácticos
Para seguir usando tu planchita o rizador sin dañar tu salud capilar, seguí estas recomendaciones:
1. Usá un protector térmico siempre
Aplicá un spray o crema que forme una película protectora entre el pelo y el calor. Es un paso clave para prevenir daños.
2. Reducí la temperatura
No hace falta llegar al máximo para lograr buenos resultados. Si tenés el pelo fino, 150 °C suele ser suficiente. Para cabellos gruesos o rizados, no superes los 180–200 °C.
3. No los uses con el pelo mojado
Pasar la planchita sobre cabello húmedo quema la fibra desde adentro. Asegurate de secarlo completamente antes.
4. Dales descanso a tus raíces
No apliques calor en la zona del cuero cabelludo todos los días. Alterná con peinados naturales o secados al aire.
5. Mantené limpias tus herramientas
El residuo de productos acumulado sobre las placas puede recalentar el aparato y dañar aún más el cabello.
¿Y la piel? Riesgos menos conocidos
El uso descuidado de estos aparatos también puede afectar tu piel. Las quemaduras por contacto son frecuentes, sobre todo en la nuca, orejas o frente. En algunos casos, pueden dejar manchas o hiperpigmentaciones si no se tratan bien.
Consejo extra: Si te quemás con la planchita, aplicá agua fría inmediatamente, no uses hielo, y evitá productos con alcohol. Consultá a un dermatólogo si la lesión no mejora en 48 horas.