El útero atesora un poder que ha sido reconocido desde las culturas más antiguas; sin embargo, hoy lo rodea cierto tabú y tiende a considerarse simplemente como un órgano más.

A pesar de esa desconexión, el útero es la matriz de vida; es un centro energético de creación, y sus atributos son similares a los de la Madre Tierra.

Además, en nosotras las mujeres, ese útero es además un vínculo con nuestro linaje femenino, con las mujeres que nos antecedieron; con nuestras madres, abuelas y bisabuelas. Nuestro útero recibió, en su formación, cada una de esas memorias.

Muchas de ellas llevan consigo historias de opresión, de abusos, de sufrimiento.

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Es tiempo de reconectar con esa fuente de sabiduría y creatividad, honrar ese principio creador, conectándose con nuestro linaje, sanado esas viejas heridas que llevamos con nosotras aunque no las hayamos vivido (o sí) en primera persona.

Así como a veces sentimos que esas memorias nos pesan o condicionan; también podemos recibir de ellas valor, fuerza y sabiduría.

Para conectarte con tu matriz, tomar conciencia de tu propio poder, te proponemos aquí un simple ritual que puedes hacer sola. Pero también debes saber que existen grupos de mujeres donde puedes acudir para hacer otros tipos de sanaciones que también podrán servirte y traerte nueva información, al compartir el espacio con otras mujeres como tú.

Ritual

  • Elige preferentemente una noche de luna llena.
  • Busca un lugar donde puedas estar sola y tranquila.
  • Siéntate donde estés cómoda.
  • Coloca un cuenco de cerámica, vidrio o metal con agua, de tu lado izquierdo; y una vela, del derecho.
  • Cierra los ojos. Visualiza una luz blanca que te envuelve por completo.
  • Respira lentamente, concéntrate en cómo entra y sale el aire; siente los latidos de tu corazón.
  • Cuando sientas que ya estás en calma y haz podido alejar un poco los pensamientos de tu mente, visualiza tu útero. Ofrécele, mentalmente, tu amor y energía.
  • Recuerda a aquellas mujeres que han formado parte de tu vida. Puedes decir sus nombres o imaginarlas contigo.
  • Agradéceles por lo que te han enseñado, incluso aunque sientas que no hayan sido bondadosas contigo.
  • Pídele al Universo que canalice la sanación para todas ellas, incluyéndote; que limpie las memorias energéticas negativas, los sufrimientos, las heridas.
  • Luego, agradece a esas mujeres y despídelas con amor.
  • Abre los ojos cuando lo sientas.
  • Deja la vela encendida hasta que se consuma y usa el agua para el riego.

Fuentes:

www.wemystic.com