Las mujeres, entre nosotras, creamos nuestro propio lenguaje. Hay cosas que entendemos con solo mirarnos; momentos en que somos conscientes de nuestro poder cuando estamos todas juntas; o situaciones en que nos defendemos las unas a las otras aunque no nos conozcamos.

Es que todas, más allá de las diferencias, compartimos algunas situaciones similares, y sabemos bien que ser mujer no es sencillo en un mundo aún machista.

Por eso, hay algunas cosas que solo una mujer puede enseñarle a otra; no en el sentido de que nadie más podría saberlas, sino porque la mujer las conoce "en carne propia". ¿Cuáles son?

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1. Decir que "No" es una manera de darte tu lugar

A muchas de nosotras nos han criado bajo la consigna de que debemos ser siempre cordiales, agradables y serviciales. Pero esto, a veces, puede no ser bueno para nosotras. Porque bajo esa pretensión podríamos callar nuestras opiniones, hacer cosas con las que no estamos tan de acuerdo, etc, etc. Por eso, lo mejor que nos podemos enseñar entre nosotras es a darnos nuestro lugar, a hacernos valer. Decir que "no" no es mostrarnos poco serviciales, es delimitar lo que queremos y lo que no, es autoafirmarnos, es cuidarnos.

2. El placer no es un tabú

El placer, a lo largo de la historia, siempre estuvo del lado de los hombres. Si la mujer lo sentía, era un tabú. Pero las cosas han cambiado, y nosotras tenemos que enseñarnos a nosotras mismas que la sexualidad es natural, y que tenemos derecho a sentir placer, sin avergonzarnos por eso.

3. Tu cuerpo es tuyo

Nadie puede decidir por nosotras. Nuestros cuerpos nos pertenecen, no son "objetos" ni del hombre, ni de los médicos, ni de nadie. Deben respetarlos como parte de nuestra integridad, y solo nosotras podemos elegir qué hacemos o mostramos de ellos.

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4. Solo tú decides por ti

Ningún hombre, por más autoridad que tenga, puede decidir sobre nuestra vida o nuestros comportamientos. Si la pareja, los padres o un jefe intentan hacernos notar su poder para que hagamos o no hagamos tal o cual cosa, es importante que alzemos la voz. Y si no podemos o sabemos cómo actuar, pidamos ayuda.

5. Tu compañera es como tú

Es importante que nos enseñemos que más allá de las diferencias, todas queremos lograr un mundo más igualitario. Por eso, hay que ver en las demás a nuestras hermanas y compañeras, y aprovechar la capacidad que tenemos juntas para ir modificando el rumbo de las cosas hacia donde queremos ir.