Hace tiempo que se habla mucho del cuidado ambiental, de la contaminación y polución de la tierra y el medio ambiente, pero poco se habla de la calidad de nuestros pensamientos y emociones, y menos aún se habla de cómo impactan en todo nuestro entorno, incluso en el planeta.

Si queremos ser una humanidad más consciente y evolucionada, junto con la concientización del medio ambiente, también necesitamos acompañarlo con un cambio interior basado en nuestra forma de pensar y sentir.

Empezar a tomar consciencia de la calidad de nuestros pensamientos no es un tema menor. ¿Por qué? Porque vivimos en un Universo que es 100% energía (que vibra en diferentes niveles de frecuencia) y nuestros pensamientos y emociones también son energía que, ya sea positiva o negativa, que impacta en todo lo que nos rodea.

La calidad de lo que pensamos y sentimos define nuestro campo energético (o electromagnético). Y les cuento que, nuestra querida madre tierra, al ser también una entidad energética con su propio campo electromagnético, también se ve afectada por todos los pensamientos, emociones y actos “negativos” que tenemos durante todo el día. Cuando criticamos, nos enojamos, no logramos perdonar, nos irritamos, discutimos, sentimos resentimiento y rencor, todo esto impacta en nosotros y en todo el planeta.

Y aquí me quiero detener en un punto muy importante. Cuando hablo de “pensamientos”, no me refiero solo a los pensamientos que podemos observar, sino también a los pensamientos que están guardados en nuestra mente subconsciente. Esos que actúan en automático durante todo el día sin que podamos darnos cuenta de ellos. Creencias limitantes, programas mentales negativos, memorias dolorosas ancestrales de falta de merecimiento, carencia, perfeccionismo, y más.

Según los estudios realizado por la neurociencia, aseguran que los seres humanos tenemos entre 60/80 mil pensamientos por día. El 95% de estos pensamientos son automáticos, vienen de nuestra mente “subconsciente” y se repiten todos los días los mismos pensamientos del día anterior. Y de éstos pensamientos informan que aproximadamente el 80% de ellos son negativos.

Todos esos pensamientos negativos, que disparan en nosotros emociones de miedo, enojo, sufrimiento, tristeza, culpa, resentimiento, rencor, venganza, maltrato, violencia y más, afectan directamente al planeta, inundándolo de energía de frecuencia baja y afectando todo lo que habita la tierra (animales, plantas, montañas, mares, océanos, ríos, campos, etc.).

Estamos en momentos de enormes cambios en el planeta y en los seres humanos. Hoy se nos pide también un cambio interior. Se nos pide volver a ser personas con pensamientos y emociones más saludables, más compasivos y amorosos, no solo con el entorno, sino también con nosotros mismos. Debemos cuidar nuestro mundo interior, porque será eso lo que se refleje en nuestras vidas. Si queremos un mundo en paz, busquemos paz en nuestros corazones. Si queremos un mundo en amor, busquemos el amor hacia nosotros, recuperemos la autoestima, el merecimiento

¿Qué podemos hacer para empezar a cambiar nuestros pensamientos y así ayudar a la tierra en este proceso de cambio, sanación y evolución por el que está (y estamos) pasando?

TIPS PARA CAMBIAR LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS Y GESTIONAR MEJOR LAS EMOCIONES

MEDITAR todos los días, aunque sea 5 minutos, y si es posible por la mañana, para comenzar el día eligiendo conscientemente nuestro estado interior en mayor paz, tranquilidad, bienestar. Puede ser con música, o meditación guiada o solo escuchando los ruidos que hay alrededor. La clave es tener la atención en el presente y elegir en qué enfocarte. Puede ser en tu respiración, en los latidos de tu corazón. Podés observar los pensamientos sin juzgarlos.

Incorporar una rutina de GRATITUD. Está comprobado científicamente que hacer de la gratitud una práctica diaria ayuda a la salud física, mental, emocional y también a elevar la frecuencia vibratoria. Cuánto más alto vibramos, más cosas lindas atraemos a nuestra vida.

Estar más PRESENTE y OBSERVAR nuestros pensamientos y emociones. Cuánto más atentos estemos en esos momentos en los que estamos pensando algo feo o nos estamos sintiendo mal, más fácil será intervenir la emoción, cambiar el pensamiento y elegir de manera consciente con qué energía queremos sintonizar. Un ejercicio fácil y muy efectivo es: POR CADA PENSAMIENTO NEGATIVO ELEGIR 2 POSITIVOS.

ESCRIBIR. Está comprobado que la escritura es muy terapéutica y podemos usar esta técnica cada vez que estamos abrumados por los pensamientos negativos o por las emociones que no nos hacen bien. Simplemente tomarse un ratito para sentarse y escribir qué es lo que te pasa, qué pensás sobre eso, que sentís, absolutamente todo eso que te tiene mal. Vas a ver que cuando termines no solo te vas a sentir más aliviado sino también vas a poder ver el tema con mayor claridad.

Estos Tips te van a ayudar a comenzar con este proceso de cambio. Vas a ver como de a poco tu vida interior empieza a cambiar y tu entorno también. Más allá de estos ejercicios, muchos de nosotros sentimos la necesidad de trabajar en la programación subconsciente, porque es allí donde se alojan todos los bloqueos mentales, las creencias limitantes, las memorias dolorosas del pasado.

Si éste es tu caso, te invito a que veas el video en vivo que hice junto a Bioguia donde les cuento sobre una técnica milenaria Hawaiana que se llama Ho’oponopono. Este herramienta es muy fácil de practicar y trabaja en el borrado y transmutación de todas las memorias erróneas y dolorosas guardadas en el subconsciente.