Insólito: en un pueblo de Bolivia la gente envejece más lento y tiene una explicación. En el corazón de la Amazonía boliviana vive una de las comunidades indígenas más singulares del mundo. Se trata del pueblo Tsimane, una sociedad que parece desafiar el reloj al envejecer mucho más lentamente que la mayoría de las poblaciones del planeta.

Esta comunidad habita en Misión Fátima, un paraje aislado al que solo se puede llegar luego de un recorrido de seis horas en bote desde San Borja, ubicado a unos 600 kilómetros al norte de La Paz. Desde hace años, los Tsimane han despertado el interés de la ciencia.

Según un artículo publicado por la BBC, el aislamiento geográfico y cultural en el que viven es uno de los factores clave que influye en su particular forma de envejecer. Con aproximadamente 16.000 integrantes, este pueblo seminómada es una de las 36 etnias indígenas oficialmente reconocidas en Bolivia.

El antropólogo Hillard Kaplan, quien lidera investigaciones sobre este grupo desde hace más de dos décadas, asegura que “los tsimanes presentan niveles más bajos de arteriosclerosis que incluso los japoneses que siguen dietas muy bajas en grasas”.

Los estudios realizados en conjunto con universidades estadounidenses como la del Sur de California y la de Nuevo México arrojaron resultados sorprendentes.

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Su estilo de vida tradicional y su alimentación natural parecen ser la clave para envejecer más lento que en cualquier otra parte del mundo. (Imagen: www.bbc.com)
Su estilo de vida tradicional y su alimentación natural parecen ser la clave para envejecer más lento que en cualquier otra parte del mundo. (Imagen: www.bbc.com)

En esta comunidad boliviana, los cerebros envejecen más lentamente y sus arterias se mantienen en mejor estado que en cualquier otra población estudiada hasta la fecha. De hecho, comparados con personas de su misma edad en América del Norte o Europa, los adultos tsimanes presentan un deterioro cerebral significativamente menor.

Un estilo de vida activo y natural

La rutina diaria de los Tsimane está profundamente ligada a prácticas ancestrales como la caza, la pesca y la agricultura de subsistencia. Estas actividades físicas sostenidas, junto con una dieta natural, tienen un impacto directo en su bienestar general.

Kaplan comenta que "los adultos mayores siguen dependiendo de su propio esfuerzo para obtener alimento, lo que implica mantenerse activos tanto física como mentalmente".

Evidencia científica

En un estudio realizado en el hospital de Trinidad, 700 ancianos tsimanes participaron en una investigación cuyos resultados fueron publicados por la revista The Lancet en 2017. Se descubrió que el 87% de los mayores de 70 años tenía un riesgo muy bajo de padecer enfermedades cardíacas por acumulación de grasa en las arterias.

En una segunda etapa, publicada en 2023 por Proceedings of the National Academy of Sciences, se halló que las personas mayores de esta etnia sufrían hasta un 70% menos de atrofia cerebral en comparación con sus pares de países industrializados.

Kaplan afirma que un adulto tsimane de 80 años puede tener la misma salud neurológica y cardiovascular que alguien de 55 en una ciudad como Nueva York o Londres. Además, según el médico boliviano Daniel Eid Rodríguez, miembro del equipo de investigación, no se encontraron casos de alzhéimer entre la población adulta estudiada.

Una dieta sin ultraprocesados

Uno de los pilares de la buena salud de los Tsimane está en su alimentación: apenas el 14% de su dieta contiene grasas, y no hay presencia de grasas trans. Aunque el 72% de sus alimentos son carbohidratos, su dieta es rica en fibra y está compuesta por productos naturales.