¿Cómo salvar al abejorro más grande del mundo?: un laboratorio único se convirtió en el epicentro de un ambicioso proyecto científico en la Patagonia norte.

Pertenece al Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, y allí se están llevando a cabo estudios para salvar al mangangá, un abejorro nativo que se encuentra amenazada por la invasión de ejemplares de especies exóticas.

Marina Arbetman, investigadora del Conicet y docente de la Universidad Nacional del Comahue, dijo al Diario RIO NEGRO que el trabajo inicial se focaliza en dominar las técnicas de cría en cautiverio y para eso usan especies exóticas, ya que simbolizan un menor riesgo en caso de fallos. «El abejorro nativo está en peligro de extinción. Queremos aprender todo lo que podamos antes y solo correr riesgos con la especie exótica», aseguró Arbetman.

¿Cómo salvar al abejorro más grande del mundo?

El proyecto cuenta con el respaldo de la Universidad Nacional del Comahue, el Conicet y el financiamiento de National Geographic. Tiene como objetivo último restaurar las poblaciones del mangangá, cuya población disminuyó drásticamente en la Patagonia argentina.

El laboratorio posee dos salas creadas para controlar variables como la temperatura y la humedad. Estas condiciones posibilitan realizar estudios sobre polinización, comportamiento, fisiología y dolencias de los abejorros.

Tiene como objetivo último restaurar las poblaciones del mangangá, cuya población disminuyó drásticamente en la Patagonia. (Foto: Pinterest)
Tiene como objetivo último restaurar las poblaciones del mangangá, cuya población disminuyó drásticamente en la Patagonia. (Foto: Pinterest)

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El impacto de las especies exóticas en la Patagonia

El proyecto también busca abordar el impacto de las especies exóticas en los ecosistemas locales. Una de las especies exóticas utilizadas en el laboratorio ya se emplea comercialmente para polinizar cultivos como arándanos y tomates en invernaderos, pero ha contribuido a la declinación del abejorro nativo. La otra especie, aunque no se comercializa, invadió la Patagonia y comparte características de cría parecidas al mangangá.


Los investigadores están indagando métodos para contrololar a las especies invasoras. Una de las estrategias incluye la síntesis de feromonas artificiales que podrían funcionar como trampas específicas para los abejorros exóticos. Sin embargo, Arbetman advirtió que esas trampas podrían atraer también a los abejorros nativos, por lo que el equipo trabaja en desarrollar compuestos que sean selectivos.


La declinación del mangangá

El declive del abejorro mangangá inició en el año 2000, cuando miles de abejorros europeos fueron introducidos en Chile para mejorar la polinización de cultivos. Pero se expandieron por la Patagonia argentina y afectaron tanto a las plantas nativas como al mangangá.

Aunque la especie nativa aún sobrevive, su población disminuyó de forma relevante , en especial en nuestro país: solo se encuentra en las zonas más húmedas de la Patagonia. En contraste, en Chile, el mangangá sigue siendo más común.

Esta conducta no solo afecta a las plantas nativas, sino también a los cultivos que se pretendía beneficiar con la introducción de esas especies. Un estudio realizado por Agustín Saez, del Grupo de Ecología de la Polinización (EcoPol) del Inibioma, indicó que los abejorros exóticos pueden dañar cultivos como las frambuesas al visitar repetidamente las flores hasta romperlas.