Congelar los alimentos es una forma práctica de planificar las comidas, ya que puedes cocinar, guardar, y luego usar según lo que necesites. Pero más allá de la organización, también es una forma de evitar tirar productos que puedes consumir en otro momento para era evitar el desperdicio. Además, te permite comprar en cantidades mayores a lo que consumes y descongelar según lo que precisas.

En síntesis, el congelador puede ser un buen aliado a la hora de pensar qué comer, siempre y cuando sepas aprovechar todas sus posibilidades.

Seguro sepas que hay alimentos que puedes guardar en el freezer, como helados, quesos, frutas, vegetales, arroz, lentejas, quinoa e incluso platillos elaborados. Pero, ¿estás seguro de que conoces todos los productos que puedes congelar? Aquí te contamos de algunos de ellos que tal vez no conozcas.

[También te puede interesar: Cómo congelar en envases de vidrio sin que se rompan]

Vegetales cortados en un tupper

Jengibre

El jengibre se utiliza tanto para infusiones (sobre todo cuando estás resfriado), como para salsas, purés y muchas otras preparaciones a las que les agrega su picor alimonado tan característico.

Si sueles consumirlo, seguro sabes bien que se seca antes de que lo uses por completo. Una alternativa es cortarlo en piezas pequeñas ya peladas, o rallarlo, y congelarlo para tenerlo siempre a mano en tu cocina.

[También te puede interesar: 12 cosas geniales que puedes hacer con una bandeja de cubitos de hielo]

Chocolate

¿Sabías que puedes congelar el chocolate? ¡No hace falta que te lo comas todo! Tiene que estar bien envuelto o en recipientes herméticos para que no se alteren sus propiedades. Esto sirve si compras varios porque consigues buen precio, o si te regalan muchos y no quieres consumirlos todos. También te puede ser útil si quieres dividir porciones, o si piensas incluirlo en un helado.

Leche

Siempre que la leche esté en buenas condiciones de consumo puede congelarse. Es importante descongelarla luego en el refrigerador. Aunque el aspecto no sea igual de homogéneo, puede usarse.

Debes tener presente que congelar la leche no la esteriliza. Por lo tanto, su tiempo de vida luego de ser descongelada estará limitado al mismo que tenía antes.

Huevos

Los huevos pueden congelarse abiertos, no frescos y enteros con su cáscara. Puedes poner las claras y yemas juntas o separadas. Un consejo: las yemas se congelan mejor si las bates un poco antes. Descongela en la nevera.

Masa cruda

¿Haz hecho pizzas o galletas y te ha sobrado masa? ¿O quieres prepararla de una vez y tenerla para más adelante? Entonces debes saber que puedes congelar el bollo de pizza ya amasado para descongelar, estirar y cocinar después. También puedes darle un horneado rápido, cubrir con salsa de tomate y congelar para tener una pre-pizza lista para agregarle luego los ingredientes que más te gusten.

Incluso puedes congelar galletas ya estiradas y cortadas en una bandeja, separadas. Luego simplemente las pones al horno sin descongelar. También puedes guardar la masa estirada y aplanada, ya lista para cortar una vez que se descongele. Práctico, ¿no crees?

Masa de pizza con salsa de tomate

Harinas

Puedes congelar harinas y cereales crudos si no vas a usarlos pronto. Así, prolongas su frescura. Lo más recomendable es hacerlo por cantidades y anotar en el envase la fecha. Para recuperarla, basta con dejarla unos minutos a temperatura ambiente sin abrir el envase.

Aguacate

Puedes congelar la carne machacada del aguacate, sin el hueso. Si le pones un poco de limón por encima evitarás la oxidación. ¡Podría servirte para un helado!

Café

También puedes congelar café si no vas a usarlo todo. Lo más recomendable es que dividas los granos en porciones para descongelar luego solo lo que necesites. Además, deberías hacerlo en recipientes herméticos.

Recuerda: la congelación no detiene por completo la descomposición, la vuelve más lenta. Además, siempre conservarás mejor las propiedades de los alimentos si los congelas cuando aún no han superado su vida útil.

Claro que siempre es preferible escoger alimentos frescos y de estación, pero congelar puede ser una buena opción para almacenar los sobrantes y evitar desechar comida en buen estado.

Fuentes:

Directo al paladar