Contaminación y alergias: se trata de una tormenta para tus ojos a traves del aire que respirás, el cual impacta en tu visión. La polución y el cambio climático aumentan los casos de ojo seco, conjuntivitis y otras afecciones oculares. Cómo prevenir daños y proteger tu salud visual.
¿Por qué la contaminación afecta tanto a los ojos?
Tus ojos son órganos expuestos: no tienen una barrera protectora como la piel o los pulmones. Cuando hay altos niveles de contaminación del aire, las partículas finas (PM2.5), el polvo, el polen y los gases tóxicos ingresan en contacto directo con la córnea y la conjuntiva, generando irritación y reacciones inflamatorias.
Esta exposición constante puede provocar:
- Conjuntivitis alérgica y química
- Ojo seco crónico
- Mayor riesgo de queratitis (inflamación de la córnea)
- Fatiga visual y sensación de arenilla
El cambio climático y las alergias oculares
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El aumento de temperaturas, producto del cambio climático, extiende la temporada de polen y agrava la calidad del aire. En primavera y verano, se potencia la proliferación de esporas, ácaros y polen, haciendo que cada vez más personas sufran síntomas como:
- Picazón intensa
- Lagrimeo excesivo
- Ardor y enrojecimiento
- Dificultad para usar lentes de contacto
Según la OMS, en ciudades con altos niveles de contaminación y temperaturas elevadas, los casos de afecciones oculares se duplicaron en la última década.
¿Cómo proteger tus ojos de la contaminación?
- Usá anteojos de sol envolventes para bloquear partículas y rayos UV
- Aplicá lágrimas artificiales para mantener la humedad ocular
- Evitá frotarte los ojos, incluso si sentís picazón
- Limpiá tus párpados al llegar a casa
- Limitá la exposición en días de alta polución o viento seco
Además, si trabajás frente a una pantalla, hacé pausas visuales cada 20 minutos, parpadeá con más frecuencia y ventilá bien tus espacios.
Visión saludable en un mundo cambiante
La salud visual también se ve afectada por el medioambiente. Lo que respiramos impacta en lo que vemos. Cuidar tus ojos no es solo usar anteojos: es también tomar conciencia del aire que te rodea.
Invertí en tu bienestar: control oftalmológico una vez al año, hidratación constante y prevención. Tus ojos, como el planeta, merecen atención.