Solo en 2019, se deforestaron 80.938 hectáreas de bosque en el norte de Argentina, según un reciente informe de Greenpeace. Las provincias más afectadas fueron Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Salta.

Además, si bien la organización ecologista reconoce una “importante disminución de la deforestación” desde 2014 en Argentina, durante 2019 un tercio de las deforestaciones se produjeron en bosques protegidos por la normativa nacional de bosques.

Santiago del Estero fue la provincia con más deforestación en 2019 (25.513 hectáreas). Sin embargo, Chaco sigue siendo la que más deforestación ha sufrido en los últimos años.

“Los ambiciosos planes de expansión de la ganadería intensiva en el norte del país van a contramano de la actual crisis climática y de biodiversidad”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace. Además, el especialista agregó que “resulta urgente la implementación de políticas, leyes y acuerdos más fuertes y ambiciosos en defensa de los bosques y sus históricos habitantes”.

Argentina, en situación de emergencia forestal

Desde Greenpeace, afirmaron que Argentina se encuentra en una situación de “emergencia forestal”. Solo en este país, se produce un 4% de la deforestación global, según apuntó el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en 2014.

A su vez, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), destacó que, entre 1990 y 2015, 7,6 millones de hectáreas fueron deforestadas, unas 300.000 al año. Estos números sitúan a Argentina entre los diez países del mundo con más desmontes en ese período.

En este marco, Greenpeace indicó que, a pesar de la sanción de la Ley de Bosques a finales de 2007 -la cual constituyó un “logro sin precedentes”-, Argentina ha perdido casi un millón de hectáreas de bosques protegidos.

De hecho, la entidad detalló que las multas “no son suficientes para desalentar la deforestación en zonas protegidas” y que, salvo unas pocas excepciones, “no se reforestaron los bosques desmontados ilegalmente”. Además, denunció que, en muchos casos, la deforestación es consecuencia “de la complicidad de los funcionarios públicos en la violación de la normativa”.

Actualmente, los sectores de la agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra representan el 39% de las emisiones de gases de efecto invernadero de Argentina, por lo que la conservación de los bosques juega un rol clave en la mitigación del cambio climático.

“La deforestación acelera el cambio climático y nos vuelve más vulnerables al aumento e intensidad de las precipitaciones, lo que provoca cada vez más inundaciones, entre otras consecuencias ambientales”, concluyó Giardini.

Fuentes

Agencia EFE

Greenpeace Argentina