El ser humano ha irrumpido en todos los ecosistemas. Ya sea por la urbanización, la ganadería, la agricultura, la deforestación o la construcción de obras de infraestructura (como represas y caminos), los ambientes naturales se han fragmentado.

La fragmentación del hábitat es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en todo el mundo. La alteración y reducción de un hábitat trae como consecuencias:

► la atomización y reducción de las poblaciones de los seres vivos afectados;

► la disminución del éxito reproductivo de las especies;

► la pérdida de refugios y sitios de cría;

► y la alteración de las relaciones tróficas, entre otras cuestiones.

Revertir la fragmentación del hábitat es particularmente difícil cuando se le ha dado un nuevo uso al suelo. En este escenario, la creación de corredores ecológicos resulta una buena opción para contrarrestar la pérdida de diversidad biológica.

Yaguarete
Cada especie tiene un tamaño mínimo por debajo del cual la población no es viable.

Los corredores ecológicos son porciones del terreno que conectan dos ambientes naturales aislados. Una especie de puente entre dos islas.

Muchas veces, estos corredores unen dos áreas protegidas con el fin de ampliar la zona de conservación. Esto es de gran importancia porque, generalmente, las áreas que se logran proteger con una reserva o un parque nacional resultan pequeñas en relación con el rango de acción de especies de gran tamaño. Un ejemplo es el Corredor Biológico Mesoamericano que conecta un gran número de áreas protegidas de México y Centroamérica. Esto ha llevado a que, actualmente, muchos espacios protegidos se piensen como redes de conservación.

De acuerdo con la WWF, existen tres tipos de corredores ecológicos:

Macro corredores: tienen al menos 5 km de ancho y conectan grandes unidades geográficas que presentan climas y ecosistemas variados.

Corredores biológicos: tienen entre 1 y 5 km de ancho y se crean cuando se busca mantener el contacto entre dos ecosistemas.

Corredores de conservación: tienen aproximadamente 1 km de ancho y se crean para conectar ambientes muy fragmentados.

La creación de estos corredores busca mitigar el impacto negativo provocado por la fragmentación del hábitat. Muchas veces se piensa que benefician principalmente a las especies de gran tamaño que requieren un terreno extenso, como el yaguareté. Pero, en verdad, también es importante para muchas especies voladoras que se ven afectadas por la discontinuidad del ambiente, como las aves y los insectos polinizadores.

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Corredor ecológico de biodiversidad entre dos ambientes naturales
Los denominados "pasos de fauna" vinculan dos ambientes separados por una barrera humana, como una carretera.

Algunos beneficios de los corredores ecológicos

El desplazamiento de los seres vivos a través de los corredores ecológicos permite un intercambio génico entre las áreas conectadas.

Cuando una población queda fragmentada, el apareamiento ocurre entre los individuos de cada subpoblación. Esta endogamia genera una baja variabilidad genética y hace que la población sea más propensa a extinguirse frente a un cambio en su hábitat. Al favorecerse el intercambio génico entre poblaciones aisladas, se mantiene la variabilidad y disminuye el riesgo de extinción.

Los corredores ecológicos favorecen el intercambio de materia y energía entre las áreas conectadas.

Muchas especies pueden desplazarse en búsqueda de alimento gracias a dichos corredores. Esto hace referencia a seres vivos que se trasladan algunos kilómetros para hallar nuevas pasturas o presas. Pero también refiere a otros organismos que migran muchos kilómetros para alimentarse y tener sus crías. Además, la conexión entre los ambientes favorece la dispersión de semillas y su germinación en un lugar apto. De otro modo, estas semillas podrían caer en ambientes transformados donde no prosperarían.

Fomenta la educación ambiental y la gestión sostenible de los ambientes.

En ocasiones, los corredores ecológicos atraviesan áreas pobladas. Esto, lejos de ser un problema, ofrece oportunidades que promueven la educación ambiental y el desarrollo de trabajos sostenibles que no transformen los paisajes y respeten el flujo de vida entre los ambientes naturales.

Fuentes:

- WWF

- REVISTA ECOSISTEMAS

- ADMINISTRACIÓN DE PARQUES NACIONALES (Argentina)

- OBSERVATORIO MEDIOAMBIENTAL (Universidad Complutense de Madrid)