Cada vez circulan más imágenes desgarradoras de playas cubiertas con residuos y de animales con el estómago lleno de plástico. Es lógico sentirse desbordado por el problema y frustrado por el hecho de que en nuestra vida diaria estamos rodeados de plásticos de un solo uso y nos cuesta encontrar alternativas.

Para muchos, los esfuerzos por reducir la propia huella ecológica y reciclar son admirables e importantes, pero a menudo nos ponen delante sorbetes, bolsas, botellas o envases de plástico antes de que podamos decir que no. Otras veces necesitamos productos que solo encontramos envasados en plástico.

Con el objetivo de ofrecer una alternativa a esta realidad, la diseñadora Margarita Talep ha desarrollado en Chile un nuevo material biodegradable cuya principal materia prima son las algas.

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Biodegradable, ecológico y sostenible

Este proyecto tiene como objetivo sustituir el plástico mediante un nuevo material hidrosoluble creado a partir de biopolímeros de algas locales. Sería un reemplazo para los diferentes plásticos de uso efímero. A diferencia de estos, una vez terminada su vida útil, son un desecho 100% biodegradable, es decir, que suponen cero residuos.

Este material tiene aplicaciones tan versátiles como papel de burbujas, esponjas, hasta envases, film e incluso cubiertos.

¿Cómo se hace?

Para elaborarlo se usa un polímero, un plastificante y un aditivo, variando las cantidades de cada uno según la consistencia que se quiera obtener en el producto final.

El producto sale del agar, una sustancia polisacárida gelatinosa que se extrae de las algas rojas por ebullición. Es un ingrediente muy utilizado en la industria de la alimentación como espesante. Se añade agua como plastificante y tintes naturales para agregar un color suave.

La mezcla líquida se lleva a una temperatura de unos 80 ºC y se vierte sobre una superficie o molde. Cuando la temperatura de la mezcla desciende por debajo de los 20 ºC, se convierte en un gel.

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Luego, el material se seca en un ambiente ventilado a temperatura constante. El agar genera una película cuando se seca, que puede ser más opaca o brillante dependiendo del molde que se utilice. Esta condición hace que el material sea similar a ciertos tipos de plástico.

El empaque se colorea con ingredientes naturales provenientes de frutas y verduras tales como la col morada, remolacha, zanahoria y arándanos, entre otros.

¿Para qué se utiliza?

Este nuevo material biodegradable oscila entre rigidez y flexibilidad, según la proporción de polímero, plastificante y aditivo en la mezcla. Se puede usar para fabricar sorbetes y cucharas.

El compuesto es más adecuado para envases de alimentos secos, como la pasta o el cereal, ya que la composición química es sensible a la humedad. Normalmente el embalaje se sella con calor para mejorar la presentación.

¿Cómo es su BIODEGRADACIÓN?

Se descompone de forma natural en dos o tres meses de más calor, según el grosor del material. En invierno, el material tarda un par de semanas más en descomponerse.

Los envases tienen una vida útil de 5 a 15 minutos, luego son desechados y se descompondrán completamente en dos meses.

¿Qué te parece esta idea innovadora?

Fuentes:

Ecocosas

INTI

Margarita Talep