Encuentran "primo" del T. rex que reescribe la historia- el hallazgo de Khankhuuluu mongoliensis en Mongolia, publicado en junio de 2025, abre un nuevo capítulo sobre el linaje de los tiranosaurios.
Un nuevo fósil descubierto en el desierto de Gobi, Mongolia, tiene a la comunidad científica revolucionada. Se trata de un dinosaurio carnívoro de gran tamaño, emparentado con el temido Tyrannosaurus rex, pero con características propias que lo convierten en una pieza clave para entender la evolución de este linaje.
Bautizado como Khankhuuluu mongoliensis, este depredador vivió hace unos 80 millones de años y es, hasta ahora, uno de los parientes más antiguos y enigmáticos del T. rex.
Un tiranosaurio primitivo, pero poderoso
El estudio fue liderado por un equipo internacional de paleontólogos de Mongolia, Japón y Estados Unidos, y publicado en la revista Nature Ecology & Evolution. El fósil encontrado incluye partes del cráneo, vértebras, costillas y extremidades, lo que permitió reconstruir parte de su anatomía. Si bien su tamaño era menor al del T. rex (se estima que medía unos 6 metros de largo), su estructura ósea robusta y sus dientes afilados lo posicionan como un depredador dominante de su ecosistema.
Lo más llamativo es su mezcla de rasgos: combina características primitivas con algunas propias de tiranosaurios más avanzados, como un cráneo ancho y mandíbulas potentes, aunque aún conservaba brazos relativamente largos.
¿Por qué este descubrimiento cambia la historia?
Hasta ahora, se pensaba que los tiranosaurios evolucionaron rápidamente en América del Norte hacia fines del Cretácico, sin demasiada diversidad en su linaje previo. Sin embargo, Khankhuuluu mongoliensis demuestra que ya existían especies intermedias en Asia que podrían haber sido cruciales para el desarrollo de los gigantes depredadores posteriores.
“El hallazgo nos obliga a repensar el mapa evolutivo de los tiranosaurios. La diversidad que hubo en Asia antes de la aparición del T. rex es mucho más amplia de lo que creíamos”, explicó el paleontólogo Rinchen Tsogtbaatar, del Instituto de Paleontología de Mongolia.
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Un primo lejano con historia propia
Aunque no es un ancestro directo del T. rex, Khankhuuluu forma parte de su familia evolutiva. Su nombre, que significa “espíritu valiente del desierto” en mongol, rinde homenaje tanto al lugar del hallazgo como a la robustez del animal. Los investigadores creen que habitó zonas semiáridas, cazando dinosaurios herbívoros de tamaño mediano.
Además, su descubrimiento refuerza la idea de que Asia fue un centro clave en la evolución de los grandes dinosaurios carnívoros, y que varios linajes pudieron haber migrado posteriormente hacia América del Norte.
¿Qué sigue para la ciencia?
El fósil se encuentra en proceso de restauración y exhibición en el Museo de Paleontología de Ulaanbaatar. Mientras tanto, los científicos planean realizar análisis más detallados con escaneos 3D y tomografías computarizadas para reconstruir su apariencia completa. También esperan encontrar más restos que permitan conocer su comportamiento, dieta y entorno.
Este hallazgo no solo enriquece el árbol genealógico del T. rex, sino que también vuelve a poner a Mongolia en el centro de la paleontología mundial. En una era de avances tecnológicos y exploraciones profundas, todavía hay secretos enterrados en la tierra que pueden transformar lo que creemos saber sobre la vida prehistórica.