Expertos alertan: si mueren las abejas, nosotros vamos detrás pues la biodiversidad global está en riesgo por la disminución de las poblaciones de dichos insectos.
Imaginar un mundo sin abejas es pensar en un planeta al borde del colapso. Estos pequeños pero fundamentales polinizadores son responsables del 60% de la polinización mundial, un proceso vital que permite que las plantas florezcan, den frutos y mantengan el equilibrio ecológico. Sin ellas, según expertos, la vida en la Tierra podría extinguirse en menos de una década.
Las cifras son claras: cerca del 35% de los insectos están en peligro de extinción, según la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). Y dentro de este grupo, las abejas ocupan un rol clave en la cadena alimentaria y la biodiversidad.
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¿Por qué son tan importantes las abejas para el planeta?
Una tercera parte de los alimentos que consumimos diariamente depende directamente de la polinización realizada por las abejas. Además, el 90% de las plantas silvestres con flor necesitan de estos insectos para reproducirse. En Europa, por ejemplo, el 37% de las poblaciones de abejas están en declive, y en países como España, el 70% de los cultivos dependen de su trabajo incansable.
De acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), su desaparición pondría en riesgo la seguridad alimentaria mundial. Sin abejas, habría menos frutas, verduras y cultivos esenciales para la dieta humana.
Causas de la desaparición de las abejas
Diversos factores están detrás de la disminución de las poblaciones de abejas:
- Pérdida de hábitat natural debido a la urbanización y el cambio en el uso del suelo.
- Cambio climático, que altera los ciclos de floración y afecta su reproducción.
- Monocultivos y agricultura industrial, que reducen la diversidad de alimentos disponibles para los polinizadores.
- Uso de pesticidas tóxicos, que no solo contaminan los cultivos, sino que actúan como verdaderos anticonceptivos para las abejas.
- Contaminación electromagnética y la presencia de especies invasoras, que alteran los ecosistemas naturales.
Luis Raúl García, especialista en abejas y docente de la Universidad Autónoma de Chihuahua, advierte: "Sin abejas, en unos cinco años, la vida en el planeta podría desaparecer".
¿Qué podemos hacer para protegerlas?
La solución no es simple, pero sí urgente. Organizaciones como Greenpeace proponen dos acciones inmediatas:
- Prohibir productos tóxicos para las abejas.
- Adoptar modelos de agricultura ecológica, más amigables con el medio ambiente y con los polinizadores.
Además, los ciudadanos pueden ayudar creando jardines con flores autóctonas, evitando el uso de químicos en casa y apoyando iniciativas sustentables.