¡Buenas noticias! La Fundación Vida Silvestre y WWF anunciaron la Estrategia de Conservación de Yaguareté que establece una red continental de 15 paisajes prioritarios en 14 países de América, cuyo objetivo es garantizar la recuperación de este felino, que a nivel internacional se halla en la categoría de especie “casi amenazada” de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a la pérdida de sus hábitats y a la cacería furtiva, entre otras causas.

Sin embargo, en algunos lugares incluyendo Argentina, la especie se considera en peligro crítico, por lo que las acciones para su conservación son especialmente urgentes.

El plan considera el rescate de los hábitats que ocupa el yaguareté, así como la preservación de los servicios ecosistémicos que estos lugares proveen en beneficio de las comunidades humanas que coexisten con esta especie. Además, promueve entre esas poblaciones actividades económicas sustentables, como la agroforestería y la reforestación comunitaria.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

El yaguareté puede convertirse en un símbolo de desarrollo sostenible en Latinoamérica, y los esfuerzos dirigidos a su conservación podrían ayudar a los países a cumplir sus metas de desarrollo sostenible”, dijo Maria José Villanueva, Directora de Conservación de WWF México y líder regional de la iniciativa de conservación de yaguareté de la organización.

Se trata de una estrategia de 10 años, que guiará las acciones de ambas organizaciones en favor del felino más grande del continente y las zonas donde habita. Busca asegurar Unidades de Conservación del Yaguareté (JCU, por sus siglas en inglés), que son áreas de prioridad para la protección de la especie.

“Especie paraguas”

La base teórica de la Estrategia parte de reconocer al yaguareté como una “especie paraguas”, a la que se si se la protege junto con su hábitat, podría beneficiar a otras especies, así como asegurar servicios ecosistémicos importantes: se estima que el rango del felino proporciona globalmente 12% de la captura de CO2, 10.5% de la producción de madera y 9.8% de la pesca comercial.

La Estrategia delinea las dos metas que WWF planea alcanzar para el año 2030: estabilizar o incrementar las poblaciones de yaguareté e incrementar o estabilizar la distribución del felino, las poblaciones de sus presas y la conectividad de sus hábitats dentro de los 15 paisajes prioritarios”, explicó Roberto Troya, Director Regional de WWF en Latinoamérica y el Caribe.

El yaguareté, jaguar o tigre criollo es el tercer felino más grande del planeta, y el depredador más importante del continente americano. Habita en 18 de los 21 países de América Latina, desde México a Argentina, y se considera extinto en Uruguay y El Salvador. De acuerdo con la UICN, solo quedan 64.000 ejemplares en libertad, el 90% de ellos en la Amazonía.

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En la Argentina, donde alcanza su límite sur de distribución, la especie se encuentra en peligro crítico de extinción: se estiman que quedan poco más de 250 yaguaretés, en tres poblaciones: en las selvas y bosques de las yungas (Salta y Jujuy), en la región chaqueña (Chaco, Formosa y Santiago del Estero) y en la selva paranaense, en Misiones. Esta última población, compartida con Brasil, ha demostrado un crecimiento en los últimos años, gracias a los esfuerzos de conservación promovidos por Vida Silvestre: desde 2019 se estima que hay entre 84 y 125 yaguaretés.

Por su amplia distribución geográfica, el yaguareté está y estuvo presente en la cultura de la región, por eso es importante aunar esfuerzos por la conservación de la especie de manera continental, conscientes de las realidades de cada país. Como especie indicadora de la conservación del ambiente, nos permite conocer la salud de la naturaleza. La naturaleza sana es la base para asegurar la salud de los seres humanos” detalló Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre.

La Estrategia de Conservación de Yaguareté 2020-2030 se lanza cuando la conexión entre nuestra salud y la de la naturaleza es más evidente que nunca. Hoy sabemos que la pérdida de biodiversidad está ligada a la aparición de virus como el SARS-CoV-2, que causa el COVID-19. “Al conservar al yaguareté y su hábitat, WWF contribuye a revertir la pérdida de especies y disminuir la probabilidad de aparición de nuevas enfermedades de origen animal”, agregó Troya

El documento también delinea las contribuciones de WWF a otros esfuerzos internacionales de conservación, como el Plan Yaguareté 2030, lanzado en la CoP-14 del Convenio sobre Diversidad Biológica en 2018. Entre las contribuciones, destacan el fortalecimiento de la cooperación transfronteriza, el impulso a modelos de desarrollo sostenible compatibles con la conservación del yaguareté en los paisajes prioritarios y mejorar la sostenibilidad financiera de las acciones dirigidas a la conservación del yaguareté y su hábitat. 

Desde hace varios años WWF apoya esfuerzos de conservación de yaguareté en sitios críticos a lo largo del rango de la especie”, comentó Maria José Villanueva, al explicar que “la Estrategia estará usando herramientas de conservación que ya han sido exitosas en la protección de otras especies, como el tigre asiático”.

Se estima que, en las últimas décadas, la especie ha perdido 50% de su distribución histórica debido a la expansión desmesurada de la agricultura y ganadería industrial, la ampliación de la mancha urbana, la deforestación por tala ilegal y el desarrollo de proyectos de infraestructura.