Hace dos semanas que Indonesia sufre los peores incendios forestales desde 2015, y se teme una catástrofe ambiental de enormes proporciones si la situación no se controla. Se estima que hay centenares de focos activos tanto en la región de Borneo como en Sumatra.

Las poblaciones cercanas han sufrido graves consecuencias en su calidad de vida. Una de ellas, y probablemente la más inesperada, es el cambio en la coloración del cielo en las cercanías de algunos de los focos. Por los tonos rojizos que ha adquirido, algunos lo han comparado con Marte.

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Pero, ¿cómo es posible que los incendios cambien el color del cielo? Para entenderlo, hay que explicar por qué vemos el cielo azul y cuáles son las condiciones que llevan a este color.

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En circunstancias normales, la luz que llega del Sol entra en la atmósfera y se dispersa en todas las direcciones. La luz azul tiene una longitud de onda más corta, por lo que se dispersa más que las luces rojas y amarillas. Esto lleva a que veamos el cielo principalmente de ese color.

Mientras más limpio esté el cielo -libre de contaminación y de partículas como el vapor de agua-, más intenso será el azul que observamos.

Como resultado de los incendios, la cantidad de polución, de humo y de partículas en el aire se han disparado, por lo que la luz azul se disipa y se va perdiendo a medida que cruza la capa de humo. En consecuencia, a la superficie terrestre nos llega solamente la luz roja.

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De acuerdo con BBC Indonesia, una de las mujeres entrevistadas acerca del fenómeno informó que la luz roja hace que le duelan los ojos y la garganta, lo cual también puede ser resultado de la polución del aire.

Los incendios en Indonesia han causado toda clase de estragos para la fauna local, que ha tenido que ser movilizada por la destrucción de su hábitat. Algunos de los ejemplares sufrían de complicaciones respiratorias severas.

Fuente:

Verne