Imagínate por un momento cómo sería hoy nuestra sociedad si de niños todos hubiéramos aprendido que cuidar el ambiente era algo tan básico como fundamental. Piensa la diferencia que podría haber hecho incorporar a nuestros hábitos diarios el reciclaje, el compostaje, el respeto hacia los animales, el rechazo a los plásticos de un solo uso. Hoy, todo eso nos resultaría tan natural como cepillarnos los dientes por las noches.

¿Sería un mundo ideal? No lo sabemos, pero al menos no tendríamos las discusiones que hoy tenemos respecto a si es o no una prioridad (¡o incluso una realidad!) el cambio climático, sus consecuencias y posibles soluciones.

La buena noticia es que cada vez somo más los adultos que estamos aprendiendo que esta es una necesidad, que requiere que aprendamos cosas que no sabíamos, que nos interesemos, que nos comprometamos. ¡Y no solo por nosotros! Sino sobre todo por las próximas generaciones, por los niños y por los jóvenes, que hoy más que nunca nos enseñan a nosotros que el cuidado ambiental es un tema urgente y necesario.

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Para contribuir a ese cambio, como adultos podemos ayudar a los niños a aprender el cuidado del ambiente. ¿Cómo? ¡Jugando! ¿Qué mejor manera hay de aprender algo? ¡Aquí te compartimos algunas ideas! ¡Tú también puedes divertirte, y aprender! No te sorprendas si los niños saben más que tú.

Separar por color

Aprender a separar residuos con los niños puede ser tan divertido como desafiante. En principio, podemos armar cestos de basura por color con ellos: pintarlos, forrarlos con papeles, o cualquier otra idea que evite comprarlos.

Luego, iremos mostrándoles que en el cesto de tal color tiraremos solo restos orgánicos que puedan usarse como abono y le contaremos qué podemos y qué no debemos tirar allí. Incluso podemos hacer un dibujo de esto y pegarlo en la nevera o cerca del cesto para que todos lo recordemos.

En otro cesto, colocaremos plásticos (limpios y secos) y jugaremos al desafío de que cada vez haya menos basura aquí. Otro contenedor será para los papeles y cartones, otro para los vidrios y botellas (que incluso podemos jugar a darles un nuevo uso), y finalmente otro para el resto de desechos.

Guardianes del agua

Para enseñarle a los niños y practicar el valor del agua y la importancia de su cuidado, podemos invitarlos a ser sus guardianes. ¿Qué quiere decir esto? Asignarles la importante tarea de chequear que todos los grifos estén bien cerrados al irse a dormir, y estar atentos a que todos en la case cierren el agua cuando se lavan los dientes o friegan los platos para evitar que se desperdicie.

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Una madre reciclando con su familia

Fabricantes

Invitaremos a los niños a jugar a la fábrica y traeremos materiales para reutilizar, como botellas, papel usado, frascos, tapitas, y cualquier otra cosa. Jugaremos a darles un nuevo uso con nuestra imaginación: construiremos un instrumento, un adorno, un juguete, o lo que nuestra fantasía nos proponga. Y luego, compartiremos, jugaremos con ellos o les buscaremos un lugar en casa.

Estas son solo algunas ideas. ¡Puedes crear muchas más de acuerdo a lo que veas que le interesa a los niños! Lo importante es que ellos se sientan acompañados por ti, que te interesa, que es importante, y verás cómo poco a poco lo irán incorporando e incluso te incentivarán a ti para que sigas haciéndolo.

Cuidar la naturaleza, a los animales y a las personas es parte de una crianza consciente y amorosa. ¡No lo olvides!

Fuente:

Guia Infantil