Seguramente ya sabes muy bien que cuidar de tu alimentación es la mejor forma de mantenerte sano y en forma. Sin embargo, a veces parece una tarea demasiado difícil. Sobre todo, porque asociamos cuidar la alimentación con hacer privaciones.

Pero las cosas son más fáciles de lo que parecen. En realidad, se trata más de cambiar algunas actitudes y pensamientos que de hacer demasiados esfuerzos. Lo lograrás con pequeños cambios de hábitos.

¡De verdad, es más fácil de lo que crees!

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1. Empieza con las compras

No hay nada peor que ir a hacer las compras con el estómago vacío. Si vas a comprar cuando tienes hambre, seguramente elijas productos que no son buenos o que realmente no necesitas.

Piensa que por lo general no comes nada que no tengas en casa. Entonces, planificar bien la compra es quizá lo más esencial para empezar a comer más sano. Haz una lista con esas cosas que te gustan y son buenas para tu salud, y compra más de esas.

¿Snacks? ¿Dulces? ¿Comida chatarra? ¡Fuera de la lista!

2. Cocina

Mira, no hay mayor verdad que esta: la comida hecha en casa es la mejor para tu salud. O dicho de otro modo: lo mejor que puedes hacer para cuidar tu alimentación es comer comida de verdad.

Cuanto menos proceso tenga detrás, más sano será. Y para asegurarte de que así sea, nada mejor que hacerlo tú mismo.

3. Elige viandas saludables

Si no tienes tiempo para cocinar, lo entendemos. Una opción que tienes es hacer batch cooking, es decir, cocinar solo un día para el resto de la semana. Aún así, puede no ser fácil.

En ese caso, elige comprar en lugares que sepas que hacen comidas caseras y de buena calidad. Pregunta a tus conocidos, investiga en Instagram, prueba diferentes opciones. Seguro encontrarás la que se adapte perfectamente a tu gusto y a tu bolsillo.

4. No te prives de nada

¿Te gusta el pan? En vez de dejar de comerlo y estar muriéndote de ganas, elige el pan integral y modera las porciones.

¿Te encanta la pizza o la pasta? Guarda una o dos comidas a la semana para disfrutarla sin culpa.

¿Amas las cosas dulces? Consume chocolate amargo y endulza tus bebidas con miel en vez de usar azúcar.

Así se puede seguir hasta el infinito. Se trata de tomarse las cosas con más calma, e ir buscando opciones inteligentes.

5. Practica la alimentación intuitiva

Sobre todo, tienes que entender que cuidar tu alimentación implica, sobre todo, sentirte bien. Y la mejor forma de sentirte bien es escuchar a tu cuerpo. Por eso, si logras entender lo que te pide y actúas en consecuencia, verás que cuidar tu alimentación se vuelve algo tan natural como lavarte los dientes a la mañana.

En este enlace puedes encontrar todo lo que necesitas saber sobre la alimentación intuitiva.

¿Viste que no era tan complicado? ¡Empieza a cuidarte ahora!

Fuente:

Cultura Colectiva