Un monumento natural es un elemento natural de singular valor. Este puede ser una especie vegetal o animal, como también un espacio, cuya conservación precisa de una protección especial, ya que normalmente se encuentran vulnerables, amenazadas o en peligro de extinción.

En Argentina, la figura de Monumento Natural es utilizada dentro de la Ley de Parques Nacionales y es una estrategia de conservación. Los monumentos naturales son especies protegidas a escala nacional, como el yaguareté, la ballena franca austral, el huemul y la taruca. Igualmente, las provincias pueden decretar monumentos naturales dentro de su territorio y jurisdicción.

Yaguareté

En el año 2001 el yaguareté (Panthera onca) fue declarado Monumento Natural Nacional por Ley Nº 25.463, la máxima categoría de protección para una especie. El yaguareté tiene un gran valor cultural y ecológico dentro del país Argentino. Es un depredador tope por ende tiene un rol crucial en la comunidad que habita. Es considerado una especie paragua, donde al protegerlo también se protegen las demás especies del área. Por otro lado, al ser sensible a la presencia del hombre, el yaguareté es una especie indicadora de la calidad del hábitat.

En Argentina, el yaguareté está en peligro crítico, ya que tiene un alto riesgo de extinción en estado silvestre. Se estima que su población actual es de alrededor de 250 individuos adultos. Las principales causas de su peligro de extinción son la caza furtiva, la destrucción y degradación del hábitat, y la escasez de presas naturales.

Créditos: Matias Rebak // Rewilding Argentina

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Huemul

En el año 1996, el huemul (Hippocamelus bisulcus) fue declarado Monumento Natural Nacional, por la Ley Nº 24.702, para así garantizar una máxima conservación a la especie emblemática de los Andes. El huemul ha sido una parte importante en la vida de los antiguos habitantes de la Patagonia, ya que representó un recurso importante para los grupos de cazadores y recolectores patagónicos, que aprovechaban su carne, cuero, astas y huesos.

En la actualidad, su población se encuentra fragmentada y aislada, en la región de los bosques patagónicos, desde Neuquén hasta Santa Cruz. El huemul está categorizada como en peligro debido a la reducción de sus poblaciones. La amenazas de la especie comenzaron con las invasiones criollas que fragmentaron su hábitat y llevaron a cabo la caza furtiva del ciervo. Otras amenazas del huemul son las enfermedades transmitidas por el ganado y la introducción del ciervo europeo.

Ballena Franca Austral

El siglo pasado, la ballena franca austral (Eubalaena australis) se encontraba al borde de extinguirse debido a su cacería sin límites. Ahora, la especie se encuentra protegida en aguas territoriales argentinas y fue declarada Monumento Natural Nacional en 1984.

El mamífero marino vive en los océanos Atlántico, Pacifico e Índico, pero durante los meses de junio a noviembre cientos de individuos llegan a la Península Valdés en Argentina para reproducirse, creando un espectáculo para miles de turistas. Aunque la especie esta categorizada como preocupacion menor, posee amenazas como la cacería ilegal, la contaminación de los mares y océanos, y las infracciones y descuidos de las embarcaciones.

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Taruca

En el año 1996, se declaró a la taruca (Hippocamelus antisensis) de las serranías del noroeste Argentino como Monumento Natural, ya que el venado andino posee un valor cultural para el país Argentino. Este se encuentra arriba de los cerros, donde habita en los pastizales y superficies rocosas de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja.

La taruca esta categorizada como en peligro y sus principales amenazas son la presencia del hombre y sus perros, la caza furtiva, los incendios, y el sobrepastoreo y la expansión agrícola.

FUENTES:

SIB

Gobierno de Argentina