¿Recuerdas cuando eras chico, la diversión que te daba tomar una cuerda y ponerte a saltar? Si lo recuerdas, seguro se te ha aparecido una sonrisa en el rostro. ¿Nunca se te ocurrió que saltar la cuerda puede ser el ejercicio que necesitas para empezar a moverte?

Es cierto, no tienes el mismo cuerpo que cuando eras un niño, la misma resistencia, y quizá, hasta creas que te has olvidado cómo se hace. Pero piénsalo. Para saltar la cuerda no necesitas ir a ningún lugar en especial, lo puedes hacer en cualquier parte.

Además, con sólo saltar la cuerda 10 minutos al día ya estarás haciendo una cantidad de ejercicio importante. ¡El tiempo no es excusa!

¿No te animas a intentarlo? Prueba durante una semana, todos los días, y ya verás increíbles cambios. Si aún no estás convencido, deberías leer todos los beneficios que saltar la cuerda puede ofrecerte.

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Saltar la cuerda

1. En 10 minutos saltando la cuerda quemas las mismas calorías que en 30 minutos corriendo

Ya sabes que uno de los ejercicios más recomendados para hacer de forma particular es salir a correr. Pero la verdad, es que no es un ejercicio para todo el mundo, ¿No crees?

Los corredores aman ese momento en el que salir, con su música o sus pensamientos, a recorrer la ciudad. Pero para otras personas es algo aburrido y demasiado agotador: les es difícil encontrar motivación para hacerlo.

Si eres del segundo grupo, y lo que quieres es quemar algunas calorías extra, saltar la cuerda puede ser tu solución. En 10 minutos de salto constante, quemas las mismas calorías que durante 30 minutos corriendo. ¡Es un buen negocio!

2. Es un gran ejercicio cardiovascular

No se trata solo de quemar calorías. Saltar a la cuerda es un gran ejercicio cardiovascular, que permite que el cuerpo use el oxígeno eficientemente, y mejora el ritmo cardíaco.

De este modo, saltando a la soga 10 minutos al día puedes ayudar a la salud de tu corazón, pulmones y aparato circulatorio.

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saltar la cuerda

3. Ejercicio para los músculos de todo el cuerpo

No creas que saltar la cuerda es un ejercicio que sólo tonifica tus piernas. Si bien los cuádriceps, glúteos, femorales y pantorrillas son los músculos más comprometidos cuando se usa la soga como ejercicio, se trabaja todo el cuerpo.

Así, los brazos, la espalda, los abdominales y los hombros también se verán más fuertes después de empezar a saltar.

4. Mejora la coordinación

Seguramente de niño eras un experto saltador, y esas cosas no se olvidan. Pero sí se pierde la práctica, y quizá el primer día notarás que te cuesta un poco coordinar todos los movimientos.

Es que saltar la cuerda requiere cierta técnica. Lo bueno es que una vez que recuperes la coordinación entre el movimiento de los brazos, la fuerza que debes aplicar con ellos, y el movimiento de las piernas, te ayudará en otras áreas.

Es decir, que el cerebro también entrena cuando saltas a la cuerda, mejorando los reflejos y la coordinación entre las distintas partes del cuerpo.

Algunos consejos si vas a empezar a saltar la cuerda

saltar la cuerda

Saltar a la cuerda es un ejercicio agradable y, como has visto, muy beneficioso para la salud. Pero el hecho de que lo hiciéramos de chicos no quiere decir que sea un juego, y es importante tomárselo con seriedad para no tener problemas de salud. 

  • Primero, compra la cuerda en una casa de deportes, y pide asesoramiento al vendedor. De acuerdo a distintas cuestiones, como talla, ejercicio que quieras hacer, tu fuerza, etc., quien trabaje en la tienda podrá elegir la mejor cuerda para ti.

  • No uses cualquier cuerda, pues una profesional, aunque no lo parezca, hará una gran diferencia. 

  • Los primeros días, empieza de a poco. Especialmente si hace mucho que no realizas ejercicio, no tienes que empezar con 10 minutos a la primera. Es normal que te quedes sin aliento o te canses antes. No importa, si tienes un poco de constancia, en pocos días ya habrás mejorado notablemente tu rendimiento. 

  • Tampoco es necesario que saltes demasiado alto. Simplemente, tienes que poder pasar la cuerda. 

  • A la hora de saltar, debes mantener la cabeza recta, y la mirada hacia adelante. Los codos deben mantenerse cerca del cuerpo, y, para girar la cuerda, es importante usar las muñecas y no todo el brazo. 

  • Finalmente, debes saber que hay que utilizar la parte delantera de los pies para impulsarse y aterrizar, sin que los talones toquen el suelo. 

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