Cocinar los alimentos es clave para esterilizarlos y que éstos sean seguros para su consumo. Sin embargo, en algunos casos, pasarnos del punto de cocción adecuado podría poner en riesgo la salud. Esto sucede con algunos alimentos, como las papas fritas o los panificados, y podría causar daños en el organismo.
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¿por qué no deberías cocinar de más los alimentos?
Una cocción excesiva implica que éstos pierdan sus nutrientes. No obstante, hacerlo también puede exponer el organismo a la acrilamida. Esta es una sustancia química que se encuentra en ciertos alimentos.
Puede producirse cuando las verduras que contienen el aminoácido asparagina, como las papas, se calientan a altas temperaturas. Esto también sucede con el pan, los productos empanados y las galletas, pero especialmente con aquellos alimentos que contienen almidón.
Tras numerosas investigaciones, el organismo EFSA (European Food Safety Authority) confirmó que la acrilamida es una sustancia cancerígena. Es por eso que, para prevenir la exposición de los consumidores a este compuesto tóxico, la Unión Europea publicó una reglamentación.
En ella, se establecieron criterios para la selección de la materia prima, procesos de elaboración y niveles recomendados de acrilamida en los alimentos. Entre los productos mencionados, se encuentran, además de los ya mencionados, el café, los productos de panadería, los cereales para el desayuno y aquellos alimentos infantiles hechos a base de cereales.
Esta sustancia puede aparecer, además, en productos como los cárnicos, las aceitunas negras en lata y el jugo de ciruela. Estos son considerados fuente principal de acrilamida.
¿cómo prevenir la exposición a la acrilamida?
Los especialistas recomiendan tomar una serie de medidas para evitar la exposición a la acrilamida y que, como consecuencia, poner en riesgo la salud.
Cuidar la temperatura de cocción de los alimentos
Esto es fundamental para evitar que los mismos generen acrilamida. Es por eso que los alimentos no deben freírse a temperaturas superiores a los 120º. En el caso del horno, éste debería estar a una temperatura inferior a los 180º. Para evitar que se "pasen" de cocción, es clave controlar y darlos vuelta frecuentemente.
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Si el producto se ha "quemado", no deberías consumirlo
Si el color del producto ha cambiado a un marrón oscuro, es señal de que no está apto para consumirse. No es recomendable quitar la parte oscura y consumirlo de todas formas, puesto que el proceso químico dañino ya ha ocurrido.
Reduce el consumo de estos alimentos
Esta es la mejor manera de prevenir la exposición a la acrilamida. Incluso puedes sustituirlos por otros; por ejemplo, café verde en lugar del tostado.