La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen: es la percepción evaluativa de nosotros mismos.
Puede afectar a nuestra manera de estar, de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.

Solo unos días bastarían para destruirla totalmente, y podría tardar años en construirse de manera sólida. Es por eso que es importante asegurarse de no estar perjudicando la autoestima de tu pareja de formas que no conocías o de las cuales no te dabas cuenta.

Hay muchas cosas sencillas y cotidianas que hacemos y decimos y que pueden tener un impacto ciertamente negativo en la autoestima de tu pareja, y muchas de ellas son tan comunes y aparentemente benignas que nos extrañamos cuando nos damos cuenta de que la estamos lastimando. Y luego están aquellas de sentido común, como los insultos u otros detalles que tratan de empequeñecer a quien está a tu lado.

1. Subestimar sus quehaceres

Si vas continuamente persiguiendo a tu pareja para volver a comprobar o modificar todo lo que acaba de hacer, le estás enviando el mensaje de que nunca es capaz de realizar las cosas correctamente. Sí, por supuesto, esta bien echarle un vistazo a ciertos asuntos de vez en cuando, especialmente si se trata de un tema relacionado con la seguridad; pero en su mayor parte, si el trabajo o el mandado es lo suficientemente bueno, no hay necesidad de socavar los esfuerzos de tu pareja. Y si simplemente no eres capaz de ayudarte a ti mismo, al menos espera hasta que no pueda verte para volver a estirar la cama, barrer el suelo, o lavar los platos.

2. Sugerencias constantes

Siempre hemos pensado que hacer uso reiterado de la recomendación podría ser una señal de que estábamos prestando atención, preocupándonos por lo que estaba pasando y tratando de ser útiles. Sin embargo, el hecho de sugerir constantemente algo a los demás puede hacerles sentir inútiles, pudiendo creer que no son capaces de hacer nada bien, ya que siempre tienes algo mejor que proponer.

En otras palabras, que tu enfoque siempre va a ser el correcto. Sin embargo, esas buenas intenciones pueden traer consecuencias negativas. Trata de esperar a que te soliciten tu opinión o sugerencias y, si no es así, sigue siendo de apoyo y alentando a tu pareja. Una buena comunicación le ayudará a saber qué tipo de retroalimentación es útil y cuándo debe cuestionar sus propias habilidades.

3. Mostrar desaprobación mediante los gestos

El lenguaje corporal es muy poderoso, y a veces hasta más que las propias palabras cuando se trata de una comunicación saludable. Con el simple gesto de girar los ojos cada vez que hablas con tu pareja, muestras que lo que acaba de decir es ridículo, aunque también es fácil entenderlo como “eres un idiota y te estoy juzgando en mis pensamientos”.

Mientras nos estamos dirigiendo a una persona que te quiere, el hecho de cruzar los brazos, mirar el teléfono cuando te está hablando, y mostrar un aspecto desinteresado en general, son formas con las que podrías estar enviando sutilmente señales que significan “no me importa”, “deja de hablarme” o algo peor. Intenta ser consciente de tu lenguaje corporal.

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4. Cuestionar las elecciones

A veces se trata de los detalles más pequeños. Por ejemplo, tu pareja podría sentirse útil cuando cuestiona constantemente si lo que llevas puesto es lo más apropiado. “¿Estás seguro de que no necesitas una chaqueta?”, “Definitivamente debes cambiarte ese calzado, creo que hace frío afuera”, etc. Obviamente, todo lo hace porque se preocupa por ti con sus más buenas intenciones, pero cuando lo repite mil veces, pareciera como que piensa que no sabes cómo vestirte... 

Por supuesto, este es solo un ejemplo pequeño, pero cuando un miembro de la pareja cuestiona todo el tiempo las elecciones del otro, podría llegar a pensar que no es capaz de tomar nunca las decisiones correctas. Trata de aplicar esto a decisiones más grandes, como trabajos, escuelas, criar a los hijos, dónde vivir, etc. Podrías estar haciendo mucho daño a la confianza de alguien.

5. Chistes que no vienen al caso

Todos conocemos el viejo dicho que dice “entre broma y broma, la verdad asoma”. Es probable que, en más de una ocasión, tu pareja te haya hecho una broma desagradable que hiriera tus sentimientos o te hiciera enfadar, para luego decirte “perdona, era solo una broma”. Sucede en todas las relaciones, pero cuando ocurre todo el tiempo, cruza la línea de la incomprensión a la intimidación. Si no te puedes aguantar y necesitas hacer un chiste malo que hable mal de tu compañero o compañera, entonces deberías trabajar en tus habilidades de comunicación, porque cuanta más frecuencia, peor es su autoestima.

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6. Pasar de las cosas que no te interesan

Imagina que tu pareja hace algo que le gusta pero que tú odias rotundamente. Es posible que pienses “preferiría morir antes que ir a lo tuyo”. En estos casos, deberías contener tus pensamientos y hacer un esfuerzo para ir y ser solidario. De lo contrario, le estás enviando la señal de que no te importa en lo más mínimo los intereses de tu pareja, y que su felicidad no forma parte de tu persona. Esa gran falta de apoyo puede dañar la confianza de alguien, y más si es alguien que te ama.

7. Humillarlo públicamente

Podrías pensar que es gracioso buscar el aplauso fácil mientras discutes los malos hábitos de tu compañero con sus familiares y amigos, pero en realidad podrías estar haciéndole un grave daño. Es cierto que, dependiendo de la persona, podría reírse de sí mismo y admitirlo como algo cierto, pero de lo contrario, se verá lastimado y avergonzado por ello. Si deseas hacerte el gracioso, trata de debatir los asuntos que debas en privado, antes de transmitirlos entre otros (aunque lo hagas sin mala intención). No solo es mejor para la autoestima, sino para el respeto en general.