Los arrecifes de coral son súper-estructuras marinas compuestas de un químico liberado por los corales: carbonato de calcio. A pesar de que cubren solo el 2% del suelo marino, algunos expertos creen que albergan a un cuarto de todas las especies marinas conocidas, y ahora están en peligro de extinción.

No es un problema nuevo; pero lo que sí ocurre es que no se le da la importancia que debería, ya que no se suele saber lo que significaría su pérdida: concretamente, la muerte de ese 25% de las especies, y posiblemente también de sus depredadores. Una baja irrecuperable para la diversidad.

¿Por qué están desapareciendo? Hay factores internos y externos que influyen en la situación, pero el origen es el mismo: la acción humana. La pesca desmedida, el uso de químicos nocivos (cianuro, explosivos) y la maquinaria pesada han devastado el sistema de arrecifes de coral en todo el mundo.

Un grupo de científicos determinó que el sistema de arrecifes de Florida, el tercero más grande del mundo, ha desaparecido en un 50% en los últimos 250 años y la causa es la explotación humana. Ya sea por la pesca excesiva o la contaminación de las aguas, los corales del mundo están en peligro de desaparecer si no hacemos algo al respecto.

Durante los últimos 20 años ha aparecido un fenómeno conocido como “blanqueamiento” y está íntimamente relacionado con climas extremos como los que causa El Niño y el cambio climático causado por los humanos. Como su nombre lo indica, el blanqueamiento resulta en la pérdida del color y le da al sistema un aspecto inerte, muerto. 

Los arrecifes de coral son ecosistemas muy vulnerables a los cambios más mínimos. Pequeños incrementos en la salinidad, acidez y temperatura de las aguas, así como lluvias muy fuertes y frecuentes, pueden causar daños irreversibles si se prolongan lo suficiente.

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¿Hay esperanza?

Por suerte, los arrecifes son capaces de recuperarse si la condiciones vuelven a la normalidad. El problema es que los efectos del cambio climático solo han empeorado en los últimos 20 años y todo indica que seguirá siendo así. Grandes porciones de los sistemas de arrecifes de Australia, Madagascar, Belice y las Maldivas han sido blanqueadas una y otra vez desde entonces.

Económicamente, se estima que los arrecifes generan 1 billón de dólares anuales en todo el mundo por su atractivo turístico, y los científicos temen que su resistencia natural se está debilitando. Es decir, no tendrán tiempo de recuperarse antes de que el siguiente evento de clima extremo aparezca.

Algunos estiman que en los últimos 20 años se han destruido la mitad de los arrecifes poco profundos de todo el mundo, y el resto podría desaparecer en los próximos 30 años, quedando solo los arrecifes más profundos.

  • Las situación podría mejorar como resultado de medidas que regulen la pesca y el uso de químicos destructivos, pero la verdadera solución llegará cuando se intensifique la lucha contra el cambio climático y los países del mundo se unifiquen para disminuir sus emisiones dañinas. 

Hasta entonces, los arrecifes más superficiales en todo el mundo podrían desaparecer en lo que nos queda de vida.