La civilización maya fue una de las que más se destacó en América por su amplio desarrollo del arte, la escritura, la arquitectura, la matemática, la astronomía y la ecología. De las lenguas originarias que se hablan en México hoy, la maya representa más de un 10%, pero a pesar de su importancia y del enorme legado que le han dejado al mundo entero, al igual que sucede con muchos otros pueblos originarios, los descendientes mayas no son valorados de la manera que deberían.

Pero la riqueza cultural de estas comunidades está siendo recuperada por algunos referentes de la moda mundial, como es el caso del diseñador francés Christian Louboutin, quien lanzó una colección llamada "Mexicaba" en la que participaron alrededor de 100 artesanas mayas. 

¿Qué sucede con esta colección? Lo que ha pasado es que, cuando se supo la paga que las artesanas recibían, mientras que los bolsos se venden a 30 mil pesos mexicanos en el mercado, se desató la polémica.

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Las artesanas de Santo Domingo, Maxcanú, Xohuayán, Oxkutzcab, de Canek, en Tekax, y del municipio de Maní, trabajaron casi 3 meses en técnicas como tradicionales como el telar de cintura maya, el bordado, el tallado en madera y en cuerno.

La colección, ensamblada en Italia, también incluye bolsos, zapatos y accesorios; en su mayoría, llevan piedras adheridas, e incluso llevan aplicaciones como la Virgen de Guadalupe, muñecas vestidas con traje típico mexicano y aves de colores. Cada bolso elaborado es único, ya que no se usó ningún tipo de molde.

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El "medio vaso lleno"

El contacto entre las artesanas y el diseñador se hizo mediante la intermediación de la Fundación Haciendas del Mundo Maya, una ONG que trabaja con comunidades mayas de la Península de Yucatán implementando proyectos de desarrollo económico y social.

Desde allí ven al trabajo conjunto en la colección como parte de una estrategia para fortalecer las capacidades y habilidades de los habitantes de las comunidades originarias y hacer que sus diseños lleguen a los productos de moda para seguir promoviendo su patrimonio cultural.

Las artesanas, en este sentido, expresaron que se sentían contentas con el trabajo: "La colaboración fue un mandado de Dios, ni nosotras creemos que costuramos para Louboutin (...) Somos muy pobres, gracias a Dios estamos trabajando. Esta colaboración nos impulsó porque salimos en Internet", señaló una de ellas. 

El "medio vaso vacío"

De acuerdo a datos de la Encuesta Intercensal 2015, en México las personas indígenas trabajan principalmente como empleados u obreros (37.7%), trabajadores por su cuenta (28.7%) y en labores del campo, como jornaleros o peones (11.5%). En el caso de las mujeres, el 32% trabajan por su cuenta; y, en total, 15 de cada 100 hablantes de lengua indígena son trabajadores sin pago, en comparación con 2 de cada 100 de no hablantes de lengua indígena.

En este caso, estas cifras se ven expresadas en la necesidad de trabajo de las artesanas. Por cada bolso ellas recibieron una paga de 237 pesos (unos 13 dólares), pero en el mercado cada pieza se vende en alrededor de 30 mil pesos mexicanos (1652 dólares). 

Según se señala, ellas recibirán el 10% de las ganancias de cada artículo vendido en las boutiques de Christian Loboutin.

¿Te parece esto justo? ¿Deberían ganar más? ¿Difunden su cultura o se aprovechan de una mano de obra barata? ¿Qué opinas?