Mientras en algunas regiones del mundo, las personas abren el grifo de sus casas para usar el agua a su gusto; al mismo tiempo, en otras regiones, este recurso es un verdadero tesoro por el que comunidades enteras caminan largas distancias todos los días para llevar a su hogar. 

Un nuevo informe de UNICEF señala que, en el 2040, si todo continúa como hasta ahora, serán alrededor de 600 millones de niños los que vivirán en zonas con recursos de agua extremadamente limitados

“El agua es elemental; sin ella, nada puede crecer. Sin embargo, millones de niños carecen de acceso al agua potable en todo el mundo, lo que pone en peligro sus vidas, menoscaba su salud y compromete su futuro. Esta crisis será cada vez mayor si no realizamos acciones colectivas ahora mismo”, señaló el Director Ejecutivo de UNICEF. 

De acuerdo a lo relevado por el informe, en el mundo suman 36 los países donde ya existe un problema de escasez de agua. Por ejemplo, solamente entre 2011 y 2015, la disponibilidad de agua en Oriente Medio se redujo un 67%.

Factores como el aumento de la población, el desarrollo de la industria y el incremento del consumo, están disminuyendo los recursos hídricos del mundo. Y todo esto hay que sumarle que solo un 2,5% del agua en el mundo es dulce; lo cual lo vuelve un recurso tan vital como escaso ya en sí mismo. Además, los conflictos bélicos también amenazan el acceso a las fuentes de agua potable. 

Por eso, se calcula que alrededor de 663 millones de personas carecen de acceso a fuentes de agua adecuadas en todo el mundo.
   
Pero a esto, el cambio climático le imprime un agravante. Temperaturas más cálidas, aumento del nivel del mar (lo que hace que el agua salada se infiltre en el suministro hídrico), mayor frecuencia de inundaciones y sequías, derretimiento de hielos, entre otros fenómenos, afectan la calidad y disponibilidad de agua, y los sistemas de saneamiento.

Por ejemplo, 530 millones de niños viven en zonas altamente propensas a las inundaciones, y un solo desastre ya implica un riesgo grave en su posibilidad de acceder a fuentes de agua segura.  

¿Qué sucede cuando hay escasez de agua?

Los niños beben agua de fuentes no seguras, exponiéndose a enfermedades como la diarrea y la cólera. De hecho, las enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento se cuentan entre las principales causas de muerte de niños menores de 5 años.

Además, muchos niños (y principalmente niñas) tienen como prioridad diaria obtener agua, y deben caminar muchos kilómetros, en el tiempo en que deberían estar en la escuela. De hecho, se calcula que las mujeres y las niñas pasan alrededor de 200 millones de horas tratando de obtener agua todos los días en el mundo.

En tiempos de sequía, además, los niños no solo corren peligro de morir de sed; también disponen de menos alimento y deben recorrer mayores distancias para recoger agua. Las cosechas se pierden, el ganado muere y los ingresos se reducen, todo lo cual aumenta los precios de los alimentos, y dificulta su acceso, también, a una alimentación saludable. 

Los más afectados son aquellos que viven en las zonas más vulneradas que, por lo general, coinciden con las zonas de inundación y sequía, donde el acceso a servicios esenciales, como agua y saneamiento, es limitado.

“En un clima cambiante, debemos cambiar la manera en que trabajamos para llegar a los más vulnerables. Una de las maneras más efectivas en que podemos hacerlo es garantizando su acceso al agua potable”, finalizó el Directivo de UNICEF.

Puedes leer todo el informe aquí.

Conoce qué puedes hacer tú para cuidar el agua en tu casa aquí.