¿Sabías que las emociones son contagiosas?

Fluyen entre todas las personas en una misma habitación, como lo demuestra un estudio realizado por Elaine Hatfield, PhD en la Universidad de Hawai.

Si quieres un entorno productivo y feliz, entonces debes crearlo. Por ejemplo, se ha demostrado que los ambientes (ya sea de trabajo, estudio, familiar, de amistad, u otros) que tienen patrones amables pueden prolongar la vida de sus miembros disminuyendo sus niveles de estrés, lo que mejora la salud cardiovascular.

Si reflexionas sobre aquellos momentos en los cuales la gente no ha sido amable contigo te darás cuenta de cómo funcionan las emociones. Cuando un conductor ansioso te hace sonar la bocina y te insulta, ¿Crees que de repente te conviertes en un mejor conductor? O, ¿Eres como el resto de la humanidad, te vuelves menos centrado cuando estás enojado? Esto es porque las emociones negativas a menudo producen resultados negativos.

Los cerebros humanos (así como los de otros primates) tienen algo llamado neuronas espejo. Estas neuronas hacen exactamente lo que su nombre implica, y contribuyen a explicar gran parte del comportamiento humano: si ves un anuncio de comida tus neuronas espejo provocan hambre, y si ves a alguien herido tus neuronas espejo desencadenan empatía.

Alguien que irrumpe en la habitación y dice: "¡Feliz lunes a todos!" verá sonrisas. Por el contrario, si estás de mal humor lo más probable es que se lo contagies a los demás. Comprender cómo funciona el cerebro y cómo las actitudes impactan a los otros explica el efecto positivo que tienen las personas amables en su entorno. Las neuronas espejo actúan tanto frente a una acción como frente a la observación de una acción realizada por otra persona, por lo tanto, las neuronas "reflejan" el comportamiento del otro, como si el observador actuase por sí mismo.

Estas neuronas podrían ayudar a explicar cómo y por qué "leemos" las mentes de otras personas y sentimos empatía por ellas. Un grupo de científicos descubrió estas células en la década de 1990, cuando conectaron el cerebro de un mono para ver qué parte se le disparaba frente a distintos estímulos. Cuando uno de los científicos se tomó un recreo para almorzar, se sorprendieron al ver que al animal se le disparaba la parte cerebral que controla la lengua, es decir, estaba reflejando lo que le sucedía a alguien más.

Intenta siempre ser amable

Entonces, si quieres crear un ambiente positivo, es simple: Se amable. Di cosas amables. Realiza actos amables. Las investigaciones revelan que cuando alguien se rodea de personas que lo ayudan, a su vez es más probable que ayude a otros (y no solo a aquellos que lo ayudaron).

Algunos concejos para mejorar tu entorno:

  • Cuida al otro, interésate por su bienestar.
  • Procura incentivar el apoyo mutuo, aumentando la bondad y la compasión cuando alguien está pasando por un mal momento.
  • Evita culpar a los demás por las cosas que suceden. Perdona los errores ajenos.
  • Trata a los demás con respeto, gratitud, confianza e integridad.
  • Se una inspiración para quienes te rodean.
  • Verás como las emociones positivas comienzan a contagiarse mejorando tu entorno y tu relación con los demás, y a la vez aportando a tu calidad de vida.

Fuente:

Psychology Today