Polvos verdes: ¿superalimento o riesgo invisible para tu salud?. Los polvos verdes son suplementos alimenticios que mezclan extractos de vegetales, frutas, algas y otros superalimentos deshidratados. Prometen mejorar la salud intestinal, aportar energía y reemplazar frutas y verduras en la dieta diaria. Impulsados por influencers y gurús del bienestar, se han vuelto tendencia entre quienes buscan una vida saludable exprés.
El problema detrás de los polvos verdes: ¿qué contienen realmente?
A diferencia de los medicamentos, los suplementos no están obligados a demostrar la veracidad de sus ingredientes antes de salir al mercado. Un estudio de 2023 reveló que el 89% de los suplementos analizados tenían etiquetas inexactas y el 12% contenían ingredientes prohibidos por la FDA, incluyendo metales pesados y toxinas.
Esto significa que podrías estar consumiendo sustancias no declaradas, alérgenos o contaminantes sin saberlo.
Vitaminas liposolubles: el exceso también es dañino

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Muchos polvos verdes incluyen vitaminas como la A, D, E y K. A diferencia de las hidrosolubles (como la C o las del grupo B), las liposolubles se almacenan en el cuerpo y pueden acumularse hasta niveles tóxicos. Excederse en vitamina A, por ejemplo, puede provocar daño hepático, caída del cabello o dolor en las articulaciones.
Si tienes condiciones crónicas como colon irritable, enfermedad inflamatoria intestinal o tomas medicamentos de forma regular, el consumo de polvos verdes podría agravar tus síntomas o interferir en tu tratamiento. Ingredientes como probióticos o grandes cantidades de fibra no son aptos para todos.
¿Realmente necesitamos estos suplementos?
Expertos como la doctora Seres sostienen que no hay beneficios comprobados para personas sanas que consumen estos productos sin tener deficiencias nutricionales. Además, por el precio que cuestan (entre 30 y 80 dólares por frasco), una dieta rica en frutas y verduras frescas ofrece más nutrientes y fibra sin riesgos ni etiquetas dudosas.
- Alternativas saludables: vuelve a lo básico
- Aumentar el consumo diario de frutas, verduras y legumbres.
- Cocinar en casa con ingredientes naturales.
- Consultar a un médico o nutricionista antes de tomar suplementos.
- Leer etiquetas y elegir productos certificados por laboratorios independientes.
Aunque parezcan inofensivos, los polvos verdes no son un sustituto mágico de una alimentación equilibrada. En vez de confiar ciegamente en suplementos de moda, lo más seguro sigue siendo comer alimentos reales y variados.