En este artículo vamos a hablar de la sorprendente lista de alimentos que la familia real tiene prohibido comer. Sucede que hay ingredientes y recetas que están vedados a los integrantes del clan monárquico.

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Un detalle que pocos conocen sobre la vida en la Realeza

Quizás, no es tan cómodo ser un integrante de la nobleza británica. Visto desde afuera, parece un mundo de lujos y plenas libertades. Gente que tiene enormes fortunas y pueden hacer lo que desean en todo momento.

Hace unos meses, el príncipe Harry confirmó que escribirá un libro sobre su vida en la realeza. Posiblemente, ahí se hable de temas como éste: los protocolos y leyes que deben acatar en la nobleza y sus integrantes.

Un buen ejemplo: ocurre que los integrantes de la realeza no pueden tomarse selfies. Curiosamente, también se les prohíbe hacer deportes extremos. La idea es protegerlos y esa protección se extiende a lo alimenticio.

Las cosas que no pueden comer los integrantes de la familia real

Se rumorea que esta lista es más amplia, pero hasta ahora solo se han podido conocer algunos ingredientes y platillos. La manera de obtener esta información ha sido gracias a algunos chefs palaciegos.

- No está permitido consumir mariscos, pues se consideran peligrosos para la salud, un riesgo de intoxicación.

- La reina Isabel II decretó la prohibición de las pastas a la hora de la cena.

- No se permite ingerir comidas con almidón, por lo que las papas entran en la lista de comidas no permitidas.

- Lo anterior se aplica al arroz. Es importante señalar que este impedimento es solo para cenar.

- El foie gras (hígado de pato o ganso) también se inscribe entre las exclusiones.

- El ajo también se anota en esta exclusión alimenticia.

Seguramente, hay más comidas no permitidas. En ciertos casos, es tajante la negativa a consumir estas despensas. No obstante, hay comidas que se pueden degustar en privado, pero nunca en lugares públicos.

Cuestiones de protocolo y seguridad

En ciertos casos, se prefiere que la nobleza no coma alimentos que los hagan “tener mal aliento o que los hagan lucir de manera indecorosa en público”. También, hay casos donde se excluyen comidas potencialmente dañinas.

Todo este protocolo alimenticio quizás sea una de las cosas que cambien cuando el Príncipe Carlos se convierta en Rey. No obstante, por ahora son normas inquebrantables. Parte de los compromisos de la nobleza.

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¿Te imaginas ser rey, príncipe o duque y no poder probar una comida por protocolo? Pues, es una realidad del mundo de la realeza que no es tan conocida, pero es real.

Fuente:

LA NACION