Este lunes 9 de marzo la luna llena caerá cerca del perigeo, lo que hará que la veamos más grande y brillante que normalmente. El perigeo es el punto en la órbita de la luna en el que existe menos distancia con respecto al centro de la tierra. A este fenómeno se le llama superluna.

El sol sigue en Piscis y hace exacta conjunción a Neptuno. La sensibilidad, la permeabilidad y las fantasías están muy activas. La luna se alza redonda y luminosa en el signo opuesto y complementario: Virgo.

El eje Piscis-Virgo se enciende para traer información acerca del orden que nos envuelve y sostiene. Observemos ese orden. También puede que nos encontremos con desorden. Orden y desorden dentro y alrededor nuestro. ¿Qué vemos? ¿Qué percibimos? ¿Cómo nos sentimos cuando conectamos con uno u otro estado en este momento?

Tal vez nos ayude observar a la naturaleza, cómo cada especie hace su tarea para que la totalidad del sistema funcione. Desde esta mirada, no hay una tarea más importante que la otra, lo más importante es la acción conjunta y la sinergia de las partes que hace que se potencien y salga lo mejor. Lo mejor no se alcanza en soledad, nos dice Virgo.

Lo mismo sucede con nuestro cuerpo. La armonía y el pleno estado de salud se dan cuando cada órgano puede realizar bien la tarea para la cual fue creado y actúa en exacta coordinación con el resto de las funciones orgánicas. Cada uno de nosotros está vivo gracias a una asombrosa inteligencia sistémica que supera en gran medida nuestra forma corriente de razonar y actuar, y de la cual todavía tenemos mucho que aprender.

En el afán de endiosar o valorar más determinadas personas, trabajos, funciones, que otras, el sistema se va desequilibrando. No sabemos cómo funcionar de manera armoniosa e integrada con nosotros mismos (cuerpo, sentimientos, pensamientos y espíritu) ni como sociedad.

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Fuente: cortesía de @astroilustra

Está bueno que nos preguntemos sobre esto. Sobre qué fantasías tenemos en relación con algunos aspectos de nosotros o iconos externos y los prejuicios que tenemos sobre otros. ¿Cuánto valoramos las diversas tareas que realiza cada individuo en la sociedad en la que vivimos? Las tareas que permiten que vivamos como vivimos.

Creo que muchas veces no nos damos cuenta ni valoramos la cadena silenciosa que opera detrás de lo que se ve. Siempre pienso en los recolectores de basura. De verdad siento un profundo agradecimiento y valor por esa gente que se encarga de recoger todo eso que ya no queremos, eso que tanto asco, rechazo y molestia nos genera.

También los que luego separan la basura para reciclar o reutilizar. Personas que generosamente están allí para ocuparse de algo que la mayoría no quisiera hacer. Cómo este ejemplo, hay muchísimos.

Hoy es un buen día para pensar en todos aquellos que no solemos valorar como se merecen. Conectemos con qué nos hacen sentir todas las personas que están al servicio de la sociedad y, con una palabra o intención reconozcámoslos, agradezcámosles y deseémosles lo que a cada uno le nazca del corazón.