Vamos a comentar en qué consiste la llamada “cuarta revolución!. Se habla bastante de una técnica que pretende transformas (para siempre) la producción de alimentos. Y es que se dice que la electricidad sería la clave al respecto.

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Cambiar el futuro de la agricultura: ¿es posible?

Desde hace un par de décadas, hay un gran interés científico en el desarrollo de técnicas que permitan multiplicar los productos agrícolas. En dado caso, se procura evitar los fertilizantes sintéticos, que tanto contaminan el ambiente.

Las personas procuran tener un huerto en su propia casa, o bien desarrollar estratagemas para cultivar plantas. Pero, siempre hay un óbice: la cantidad de productos obtenidos. Pero, para este detalle hay una peculiar alternativa.

Las ideas en boga datan del siglo XIX, cuando se inventó el término “electro-cultura”. ¿En qué consistía? Eran intentos de “estimular a las plantas” por medio de electricidad; buscando que crecieran más o dieron frutos enormes y comestibles.

electro cuñtura
Fuente: Ingeniería Mental

Ahora se habla de la “cuarta revolución agrícola”

Las esperanzas en estas tecnologías son grandes. Por eso, se dice que implicarían un cuarto cambio en el modo de ejecutar la agricultura. Es un cambio se enristra en las siguientes etapas históricas:

1 Revolución neolítica: cuando se pasó de la caza y recolección a la agricultura.

2 Revolución agrícola feudal: con herramientas nuevas y un sistema de rotación de cultivos que incrementó los productos.

3 Revolución agrícola industrial: la masificación de la agricultura, con maquinarias industriales.

También, se suele denominar a esta tendencia como “agricultura inteligente”. Se dice que sería la mejor manera de enfrentar la demanda de alimentos a nivel mundial.

¿Cómo sería esta cuarta revolución agrícola?

Se apuntala en dos cosas: la llamada “agricultura vertical” y la electricidad. Por agricultura vertical se entiende la oportunidad de sembrar en espacios reducidos. Nada de amplios terrenos, que requieren de muchas hectáreas.

La electricidad se encarga de estimular el crecimiento de las plantas. Esto se puede hacer de varios maneras, siendo algunas las que mencionamos a continuación:

- Utilización de plasmas fríos, capaces de incrementar el crecimiento de tejidos vegetales.

- Estimulación de las raíces mediante cargas eléctricas, para estimular la absorción.

- Usar luz artificial en pequeños invernaderos, generando también calor para sembrar en invierno.

- Aplicación de electricidad sobre las hojas o frutos, para lograr que aumenten su tamaño.

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¿Imaginas que la electricidad pueda ayudar a la producción agrícola? Pues, es una alternativa es la cual se hacen muchos empeños científicos. En países como EE.UU, se invierte mucho dinero en este tipo de investigación, con miras al futuro.

Fuente:

La Nación