La pandemia actual incrementó un problema de hace ya varios años: el hambre. La Orden de Malta siempre estuvo trabajando a la par para reducir esta situación de carencia.

La Orden de Malta es una orden religiosa fundada en Jerusalén en el siglo XI. Sus principios fundacionales se sintetizan en el lema Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum, es decir: Guarda de la Fe y regalo de los pobres. Esto se concreta y visualiza en las actividades de sus voluntarios en tareas asistenciales, sanitarias y sociales.

Está especialmente involucrada en ayudar a personas que viven en medio de conflictos armados, vulnerabilidad social y desastres naturales, y proporcionan asistencia médica, cuidado de los refugiados y equipo básico para la supervivencia. La Orden de Malta tiene 24.000 miembros y un cuerpo de voluntarios de 83.000 personas. No persiguen ningún objetivo económico ni político y no depende de ningún otro Estado o gobierno.

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La Orden de Malta en Argentina

Debido al incremento de las situaciones de carencia, ha crecido exponencialmente la actividad de las organizaciones benéficas en toda la Argentina. La Orden de Malta interpretó auténticamente su propia identidad cristiana: “dedicarse al prójimo”. Actualmente, han asistido a 10.000 familias de Buenos Aires en diversos barrios de la provincia como La Boca, Villa Lugano, Bajo Flores y Villa Soldati.

La ayuda llegó como suministro de comida a diversos comedores, parroquias y organizaciones. “En estos tiempos las familias encuentran difícil el acceso a alimentos frescos pero, gracias a Dios, la Orden de Malta nos ayuda mucho con el suministro de estos alimentos”, explica emocionado el Padre Franco de Villa 20, en Lugano.

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Foto de Huellas

Solo en la Argentina, la pobreza ya afecta a alrededor de 11,7 millones de personas y 3 millones están en situación de indigencia, es decir, no tienen para comprar una canasta básica de alimentos y dependen totalmente de la asistencia alimentaria. Las familias de los barrios más vulnerables, afectadas aún más por el confinamento y el freno en el trabajo, no tienen los recursos para alimentarse e higienizarse sin ninguna ayuda exterior. Se trata, muchas veces, de familias muy numerosas donde son muchos los que deben alimentarse pero no tienen los bienes para hacerlo.

Muchas familias no tienen la posibilidad de generar un sustento monetario para alimentarse, ya que no tienen la posibilidad de salir a trabajar por el confinamiento. Al encontrarse en una situación de total abandono por parte del Estado deben recurrir a la caridad de la comunidad. “En tiempos de urgencia y tanto dolor, la Orden de Malta nos hace sentir la ayuda y el cariño como bien vienen brindando en la comunidad entera hace ya mucho tiempo”, expresa el Padre Carlos de Bajo Flores, Buenos Aires.

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Conoce su historia

En Huellas decidimos contar la historia de la Orden de Malta porque sus valores y trabajo han logrado impactar en miles de familias en tiempos muy difíciles para el país. Su historia de trabajo y cooperación desinteresada es digna de ser escuchada y leída por toda la comunidad.