Alerta: la IA diseña chips incomprensibles para los humanos: se trata de un proyecto liderado por Kaushik Sengupta de la Universidad de Princeton utiliza inteligencia artificial para diseñar chips inalámbricos más eficientes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una investigación creó una inteligencia artificial que fue capaz de crear una serie de chips que no son comprensibles para los seres humanos, es decir, que por ahora ningún científico podría entender totamente.

Un hallazgo impactante, teniendo en cuenta que la humanidad ha llegado a un punto en el que prácticamente todo lo que nos rodea depende de los chips. Estos componentes electrónicos, que impulsan desde nuestros teléfonos hasta los autos y los sistemas que nos permiten rastrear animales, son la columna vertebral de la tecnología moderna.

Cómo la inteligencia artificial creó chips inentendibles

El desarrollo de chips fue siempre un proceso largo y complicado. Los ingenieros, con años de experiencia y una formación exhaustiva, han sido los encargados de diseñar los circuitos que alimentan los dispositivos que usamos continuamente. Para ello, siguen una serie de reglas establecidas basadas en décadas de investigación.

En este escenario, la inteligencia artificial comenzó a jugar un papel cada vez más importante. A través de redes neuronales convolucionales (CNN), los investigadores están logrando diseños de chips mucho más complejos que los humanos podrían idear en un rango temporal razonable.

Kaushik Sengupta, ingeniero eléctrico de la Universidad de Princeton y líder del proyecto, fue x uno de los principales impulsores de esta investigación. En sus estudios utiliza la IA para diseñar chips inalámbricos más eficientes, un área clave para el futuro de la conectividad global.

También te puede interesar- “Síndrome de Voldemort”: la necesidad de borrar a una expareja y sus efectos

La inteligencia artificial permite crear diseños de chips que científicos humanos no pueden entender completamente. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La inteligencia artificial permite crear diseños de chips que científicos humanos no pueden entender completamente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según Sengupta, los ingenieros actuales no podrían, ni probablemente lo harán en el futuro, entender a fondo cómo funciona cada uno de estos chips, lo que abre una secuencia de interrogantes sobre su reparación o uso seguro.

En sus propias palabras, los chips diseñados por IA podrían ser “desechables” si no conseguimos entender cómo repararlos o mejorarlos. El proceso para diseñar uno con inteligencia artificial se aleja de los métodos tradicionales. En lugar de partir de un esquema ya establecido, la IA utiliza lo que se conoce como “diseño ascendente” o “diseño inverso”.

Diseño invertido

Esta perspectiva inicia con los resultados que se desean obtener y, a partir de ahí, trabaja hacia atrás para crear las piezas que conformarán el hardware final. A diferencia de los humanos, que tienen que seguir un patrón lógico y estructurado para diseñar componentes, los algoritmos de IA no necesitan esa linealidad. Esto permite que los algoritmos encuentren soluciones no lineales.

Los diseñadores humanos siempre tuvieron que trabajar dentro de una serie de limitaciones, como las plantillas preexistentes que determinan cómo deben ser los chips. Sin embargo, la IA es capaz de ir más allá de estas restricciones, sugiriendo nuevas configuraciones y paradigmas que podrían haberse considerado impensables.

Los riesgos de esta creación de la IA

Este avance podría tener grandes consecuencias tanto positivas como negativas. Por un lado, la capacidad de la IA para crear diseños más complejos y eficientes podría impulsar el desarrollo de tecnologías mucho más avanzadas. Los chips que la IA diseña pueden, por ejemplo, ser más veloces, más pequeños y más capaces de realizar tareas complejas que sus predecesores.

Si los ingenieros humanos no pueden entender cómo reparar o modificar un chip, la dependencia de la IA podría generar una situación en la que los dispositivos sólo tengan que ser reemplazados en caso de fallo, en lugar de ser arreglados. Esto podría hacer que estos chips sean más “desechables” y menos duraderos, lo que, además de generar un problema económico, también podría contribuir al crecimiento de la basura electrónica.