El veneno de escorpión podría ayudar contra el cáncer: un grupo de científicos brasileños identificó una molécula con potencial anticancerígeno en la toxina del insecto amazónico Brotheas amazonicus. Según un estudio citado por Newsweek, el péptido —denominado BamazScplp1— logró destruir células malignas de cáncer de mama en pruebas de laboratorio.
El descubrimiento, presentado en la FAPESP Week France, fue destacado como un avance prometedor hacia tratamientos menos invasivos y con menos efectos secundarios que la quimioterapia tradicional.
Cáncer de mama: una enfermedad con alto impacto global
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 murieron más de 670.000 personas por cáncer de mama en el mundo. En Estados Unidos, representa cerca del 30% de los nuevos diagnósticos oncológicos en mujeres.
Estas cifras evidencian la urgencia de encontrar terapias más efectivas y seguras para quienes no responden a los tratamientos convencionales.
Virus Xue-Cheng: alertan por un nuevo Covid y los síntomas

Un péptido con efectos similares a la quimioterapia
El equipo liderado por la profesora Eliane Candiani Arantes, de la Universidad de São Paulo, se enfocó en estudiar el veneno del Brotheas amazonicus. Allí hallaron la molécula BamazScplp1, un péptido —cadena corta de aminoácidos— con propiedades citotóxicas capaces de destruir células tumorales por necrosis.
Este proceso, similar al efecto del fármaco paclitaxel, causa la muerte total de las células cancerosas, incluso aquellas que son resistentes a tratamientos tradicionales.
Cómo se produce la molécula sin extraer veneno
Para evitar la recolección directa del veneno del escorpión, los científicos aplicaron una técnica conocida como expresión heteróloga, que permite replicar el gen de la molécula en otro organismo, como la levadura Pichia pastoris.
Este método hace posible producir el péptido en grandes cantidades, garantizando una opción más sostenible y accesible para la investigación biofarmacéutica.
Brasil, pionero en biotecnología con venenos animales
Brasil ya cuenta con experiencia en el uso médico de venenos animales. Un ejemplo es el sellador de fibrina, desarrollado por el Centro de Estudios de Venenos y Animales Venenosos (CEVAP), que combina proteínas derivadas del veneno de serpiente con componentes biológicos para acelerar la cicatrización y la regeneración de tejidos.
Este avance, actualmente en fase tres de ensayos clínicos, demuestra cómo la naturaleza puede ofrecer herramientas valiosas para la medicina moderna.
Un paso más hacia terapias naturales y efectivas
La investigación del Centro de Ciencia Traslacional y Desarrollo de Biofármacos (CTS), vinculado a la Fundación FAPESP, continúa explorando compuestos provenientes de especies como serpientes de cascabel o escorpiones amazónicos.
Aunque la molécula BamazScplp1 se encuentra en fase inicial, los resultados son alentadores. De confirmarse su eficacia y seguridad, podría convertirse en una nueva alternativa contra el cáncer de mama, reduciendo los efectos adversos y mejorando la calidad de vida de las pacientes.
Global
