Como en Protección Animal Mundial sabemos que amas a tu mascota y que buscas darle lo mejor, queremos darte varios consejos sobre cómo actuar en caso de que sufra algún problema respiratorio o cardíaco.

En cualquier caso, recuerda que tu asistencia no sustituye el cuidado veterinario ni debe retrasar la llegada de tu mascota a las manos de un profesional. Solo un veterinario sabrá exactamente cómo ayudarla, por lo que debes recurrir a él lo más rápido que puedas.

Cuida tu seguridad

Para poder asistir a tu perro, debes cuidarte a ti mismo, por lo que evita ser mordido o agredido por tu mascota. El dolor, miedo y angustia pueden hacerla reaccionar de forma inesperada y hasta peligrosa. Por ello, te sugerimos que no la abraces ni presiones. Solo acaríciala para calmarla si ella te lo permite.

Utiliza la respiración artificial si no respira

Si tu perro no está respirando, pero todavía conserva latidos cardíacos, procede a realizar los siguientes pasos:

Antes de darle respiración artificial: túmbalo en el suelo y abre su vía aérea jalando la cabeza con cuidado para que se estire el cuello. Tira la lengua suavemente hacia afuera hasta que quede plana (ver imagen 1) para revisar que no haya ningún objeto obstruyendo su garganta. Solo en caso de que no esté bloqueada, procede a darle respiración artificial.

Imagen 1

¿Cómo le doy respiración artificial?

Ante todo, mantén al perro acostado en el piso y con el cuello extendido. Recuéstate a su lado para no tener que torcer su cuello, cierra el hocico con tus manos y sopla directamente en su nariz como si estuvieras inflando un globo, hasta que veas al pecho inflarse (ver imagen 2). Es muy importante que soples con cuidado y no muy fuerte. Hazlo lentamente porque podrías dañar sus pulmones.

La cantidad de aire que tengas que soplar, dependerá del tamaño del perro. Cuanto más grande sea, más aire precisará, y viceversa. El movimiento que el can hace con su pecho debe ser natural.

Imagen 2

Cuando el pecho se haya inflado, administra una respiración cada 4-5 segundos.

Si el perro no muestra signos de mejoría a los 10 minutos, lamentablemente la respiración artificial no ha sido exitosa. En este caso, puedes detenerte.

Si logras devolverle la respiración normal a tu animal,
llévalo con urgencia a la veterinaria para que atiendan las consecuencias.

Proceder a la resucitación cardiopulmonar si no hay latidos del corazón

Antes de llevar a cabo la RCP, ten en cuenta que es una maniobra que puede tener complicaciones en un perro saludable, por eso sólo debe ser llevada a cabo cuando sea absolutamente necesario.

Debido a que el corazón está ubicado en el lado izquierdo del pecho, debes acostar a tu perro en una superficie plana sobre su lado derecho para que su corazón quede despejado. El lugar donde vas a realizar el masaje cardíaco es justo en el punto donde, al flexionar la pata, el codo toca el pecho.

Consideraciones específicas si pesa menos de 14 kg

Pon una mano en el lomo del perro como apoyo y la otra rodeando el corazón (ver imagen 3).

Presiona el pecho de forma firme y rápida para que se hunda en 1-2 cms, dependiendo del tamaño del perro. Mantén el ritmo de 2 compresiones por segundo.

Aplica el masaje durante 15 segundos y, seguidamente, dale respiración artificial durante otros 15 del modo que explicamos más arriba: mantén al perro acostado en el piso y con el cuello extendido. Acuéstate a su lado, de manera que no tengas que torcer su cuello. Cierra el hocico de tu mascota con tu mano y sopla directamente en su nariz como si estuvieras inflando un globo, hasta que veas al pecho inflarse. Es importante que no soples demasiado fuerte, sino que lo hagas lentamente, porque podrías dañar los pulmones.

Imagen 3

En caso de que haya más de una persona, una deberá hacer un ciclo de masaje cardíaco y, consecuentemente, la otra persona darle respiración artificial. Continúen hasta que sientan los latidos cardíacos y tu perro respire regularmente, hasta que hayas llegado a la clínica veterinaria o cuando un veterinario pueda ponerse manos a la obra.

Si el perro no muestra signos de mejoría a los 10 minutos, puedes detenerte. La resucitación cardiopulmonar no ha sido exitosa.

Consideraciones a específicas si pesa más de 14 kg

Coloca una mano sobre el pecho, por la región del corazón, y la otra palma sobre la mano (ver imagen 4).

Sin doblar tus codos, presiona la caja torácica hacia abajo. Realiza compresiones en el pecho de 1/4 a 1/3 de su tamaño a un ritmo de 1 compresión por segundo.

Sostén el masaje cardíaco por 15 segundos y en seguida, al finalizar, dale respiración artificial durante otros 15 segundos. Para ello, también como detallamos más arriba, mantén al perro acostado en el piso y con el cuello extendido. Acuéstate a su lado, de manera que no tengas que torcer su cuello. Ciérrale el hocico con tu mano y sopla directamente en sus fosas nasales como si estuvieras inflando un globo. Detente cuando se infle su pecho. Es
muy importante que no soples demasiado fuerte porque podrías dañar los pulmones; hazlo suave y lentamente.

Imagen4

Continúa hasta que sientas latidos cardíacos y tu perro respire regularmente, hasta que hayas llegado a la clínica veterinaria o a las manos de un veterinario.

Si el perro no muestra signos de mejoría a los 10 minutos, puedes detenerte. La resucitación cardiopulmonar no ha sido exitosa.

En cualquier caso, ¡recuerda siempre que cualquier maniobra de primeros auxilios administrada a tu mascota debe ser seguida por la revisión de su médico veterinario! Por más de que tu perro vuelva a respirar o a tener latidos gracias a tu rápida acción, es fundamental que lo asista un profesional de la salud para ver qué le sucedió, por qué, cuáles podrían ser las secuelas o consecuencias de lo ocurrido y cómo continuar de allí en adelante.

Actúa rápido y protege a tu perro. Él te lo agradecerá de por vida.

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