Depresión y microbiota: el rol en tu estado de ánimo es un hecho. Cada vez más estudios confirman que las bacterias que viven en tu intestino pueden influir directamente en tu salud mental. La flora intestinal y el cerebro están profundamente conectados, y su relación podría ser clave para entender —y tratar— la depresión.

¿Qué es la microbiota intestinal y por qué importa?

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, virus) que habitan en el tracto digestivo. Se calcula que en el cuerpo humano hay más bacterias que células, y muchas de ellas viven en el intestino, donde cumplen funciones vitales: ayudan a digerir alimentos, sintetizan vitaminas, regulan el sistema inmunológico… y también influyen en el sistema nervioso.

El eje intestino-cerebro: una autopista de doble vía

El eje intestino-cerebro es una red de comunicación entre el sistema nervioso central y el tracto digestivo, mediada por señales nerviosas, hormonales e inmunológicas. A través del nervio vago, neurotransmisores y otras vías químicas, las bacterias intestinales pueden afectar el humor, la ansiedad y la respuesta al estrés.

Estudios recientes muestran que una microbiota desequilibrada (disbiosis) puede contribuir a estados depresivos, mientras que ciertos probióticos —conocidos como “psicobióticos”— podrían tener efectos antidepresivos.

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La dieta influye directamente en tu microbiota. Una alimentación rica en fibra, frutas, verduras, legumbres y alimentos fermentados puede fomentar una flora intestinal saludable (PINTEREST)
La dieta influye directamente en tu microbiota. Una alimentación rica en fibra, frutas, verduras, legumbres y alimentos fermentados puede fomentar una flora intestinal saludable (PINTEREST)

¿Qué dice la ciencia sobre microbiota y depresión?

Investigaciones publicadas en revistas como Nature Microbiology y Translational Psychiatry detectaron diferencias claras entre la microbiota de personas con depresión y la de personas sanas.

Menor diversidad bacteriana

  • Reducción de especies productoras de ácidos grasos de cadena corta (SCFA), como el butirato, que tienen efecto antiinflamatorio y neuroprotector
  • Aumento de marcadores inflamatorios intestinales
  • Mayor permeabilidad intestinal, lo que podría llevar a un “intestino permeable” que favorece la inflamación sistémica, relacionada con trastornos del ánimo

Alimentación, emociones y bacterias: ¿qué podés hacer?

La dieta influye directamente en tu microbiota. Una alimentación rica en fibra, frutas, verduras, legumbres y alimentos fermentados puede fomentar una flora intestinal saludable. En cambio, el exceso de azúcar, alcohol y ultraprocesados altera el equilibrio bacteriano.