46.000 años congelado y sigue vivo: el hallazgo que sacude la genética habla de un gusano que volvió a la vida tras siglos congelado en Siberia. Cuando pensamos en regiones extremas y salvajes, Siberia suele estar entre las primeras que vienen a la mente. No solo por su clima implacable, sino también por fenómenos tan enigmáticos como el llamado “cráter del infierno”, una formación geológica de más de un kilómetro de longitud y más de 100 metros de profundidad que genera sonidos inquietantes que aterran a quienes viven cerca.
Sin embargo, uno de los aspectos más fascinantes de esta región es su capacidad para conservar organismos congelados durante milenios, gracias a sus temperaturas gélidas y la presencia del permafrost, un suelo permanentemente helado.
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Descubrimiento inusual
Fue justamente en Siberia donde recientemente, un equipo internacional de investigadores halló algo que parece sacado de una película de ciencia ficción: un diminuto gusano que llevaba más de 46.000 años congelado y que volvió a la vida.
En un estudio publicado en 2023 por la revista PLOS Genetics, científicos de la Universidad de Colonia, Alemania, revelaron que lograron reanimar un nematodo hallado en el permafrost siberiano, cuya edad fue calculada en 46.000 años gracias a pruebas de datación por radiocarbono. Este pequeño organismo habría coexistido con los neandertales.
Lo más sorprendente es que pertenece a una especie desconocida hasta ese momento, a la que denominaron Panagrolaimus kolymaensis. Normalmente, este tipo de gusanos tiene una vida útil de uno a dos meses, pero este sobrevivió milenios en un estado biológico conocido como “criptobiosis”, una especie de animación suspendida donde el metabolismo se detiene por completo.
El regreso de una especie extinta con descendencia
El gusano fue hallado a unos 40 metros de profundidad, dentro de una antigua madriguera de ardillas árticas. Una vez descongelado en el laboratorio, no solo revivió: también comenzó a reproducirse. Como los nematodos de esta clase son hembras y se reproducen por partenogénesis (sin necesidad de machos), sus descendientes ahora están siendo estudiados en detalle por los científicos.
El doctor Philipp Schiffer, líder del proyecto, expresó su asombro ante la duración del estado de criptobiosis. “Jamás imaginamos que un ser vivo pudiera sobrevivir congelado durante más de 40.000 años. Es increíble que pueda reanudar su existencia tras tanto tiempo entre la vida y la muerte”, dijo.
El equipo utilizó técnicas avanzadas de secuenciación genómica para estudiar al gusano y obtener pistas sobre cómo logró esta hazaña biológica. Además, este descubrimiento podría tener implicancias en el estudio de la longevidad, la conservación celular, la criogenia y el origen de la vida.
Aunque el gusano original ya murió, su linaje continúa vivo en el laboratorio, aportando valiosa información a la ciencia y abriendo nuevas posibilidades para entender cómo algunos organismos pueden adaptarse a condiciones extremas y desafiar el paso del tiempo.